martes, 7 de agosto de 2007

EL APRA SE DEFIENDE ATACANDO

El movimiento obrero y popular ha salido victorioso de la primera gran jornada de lucha del presente siglo. Esto lo reconoce el mismo gobierno aprista, a través de diferentes formas.

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Mostrando su esencia fascista, y con la complaciente pasividad del Parlamento, ha dictado un Decreto Legislativo según el cual los militares y policías que, “haciendo uso reglamentario de sus armas, y cumpliendo su deber”, lesionen o den muerte a civiles estarán exentos de responsabilidad penal.
Sin duda, el APRA demuestra que tiene experiencia de gobierno. Si ayer Alan Garcia ordenaba que se de muerte a cientos de presos politicos, encerrados y rendidos en los penales, hoy quiere hacer frente a los millones de pobladores que se levantan contra su gobierno, asesinándolos en las calles.
En su primer gobierno, ya García ordeno asesinar a indefensos pobladores, tomando como pretexto enfrentar a Sendero Luminoso. Por ejemplo, 50 comuneros de Cayara y 69 de Accomarca, entre miles de otros, perdieron la vida ante la voracidad fascista del primer gobierno aprista. Ha quedado constancia grafica de la presencia de García en estos hechos. Pero como la republica criolla no es sensible a los padecimientos del hombre del ande, hasta hoy este genocida no ha sido condenado con la debida pena. Incluso, en el colmo de su cinismo, García se atrevió a llamar a Ollanta Humala “asesino”, por el caso de Madre Mía… El gobernante y los militares tienen una deuda de sangre con el pueblo peruano.
El movimiento popular se levanta ante el gobierno aprista, y este responde dándole legalidad a los policías y a los militares para que maten “en cumplimiento del deber”. Y en el actual gobierno aprista ya lo han venido haciendo así. En las jornadas de julio han sido abatidos mas de veinte luchadores, a lo largo del país. Habiendo registro de un caso típico del comportamiento de “las fuerzas del orden” en Apurimac, en donde un valiente policía, fiel a su lema de que “el honor es su divisa”, disparo a quemarropa, a la espalda, del dirigente campesino José Altamirano Román, dándole muerte en plena manifestación popular. Su cuerpo quedo tendido de bruces en el pavimento, pero el pueblo andahuaylino se levanto con mas fuerza e indignación ante este crimen… Pero el policía criminal hasta ahora esta protegido e impune.
Quizá si ese crimen se hubiera cometido contra alguien llamado Dionisio Romero, otra seria la historia. Quizá si las “fuerzas del orden” cometieran una masacre sobre la Comunidad, perdón, sobre la Urbanización San Antonio de Miraflores, otra seria la historia… Esto demuestra el gran peso que aun tiene el espíritu pro oligarca en nuestra capital. Evidencia, también, la enorme debilidad de las organizaciones jurídicas que se dedican a “defender” al pueblo peruano. Y revela la ausencia de la organización comunista que enfrente y supere toda esta situación.
Ante esa debilidad, el gobierno aprista se atreve a amenazar al pueblo: “Si sigues levantándote, hay orden de matarte; y no podrás venirme a clamar por ningún derecho humano, ni a reclamarme persecución ni sanción a ninguno de mis militares y policías. Ya no cometeré el error de antaño. Hoy podrán matar y no tener culpa; y así viviremos tranquilos.”

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Pero no solo con la represión enfrentan las clases dominantes a la clase obrera y al pueblo. Ya no quieren recibir otro duro golpe de esta fuerza, y por eso se le va encima, lo rodea, y trata de inutilizarle los brazos: “Les prometo –dice Alan García- que de aquí al 2011 reduciré la pobreza de 50 a 30%. Pero, para obtener tal resultado, deben estarse quietos. Nada de paros ni de huelgas. Nada de movilizaciones ni protestas. Que los obreros y capitalistas se sienten juntos y conformen un Pacto Social. Que los campesinos se sienten quietos en una Mesa de Dialogo. Y que la pequeña burguesía siga consolándose con el llamado Acuerdo Nacional.” Y que nadie, nunca mas, mueva un dedo ni diga nada contra el gobierno, para que así los capitalistas se lleven tranquilitos su plusvalía, hasta el 2011.
Las “mesas de concertación”, pues, tienen el objetivo político de impedir la lucha obrera y popular.

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Pero la prueba mas contundente de que el gobierno ha acusado la fuerza del golpe popular es que ha salido a ofrecer un “aumento de la remuneración mínima vital” a los trabajadores peruanos. Si no hubieran habido paros, huelgas y movilizaciones, no habrían llegado a hablar de esto. Pero lo hacen de muy mala gana. Los voceros del capitalismo dicen, por ejemplo, que el aumento de la remuneración debe estar ligada al aumento de la productividad. Como si dijeran: “¿Quieren ganar mas? ¡Pues, entonces, produzcan mas!” Y esto lo formulan luego de que se la pasan ufanándose de que la economía peruana es la que, actualmente, mas crece en todo el continente.
Desde agosto de 2005, el salario mínimo vital, es de 500 nuevos soles. En dicho ano, el PBI fue de 165,7 mil millones de dólares. El ano pasado, el PBI fue de 177,3 mil millones de dólares. Para este ano, se proyecta un PBI alrededor de los 200 mil millones de dólares. Es decir, desde el 2005 hasta esta parte “la productividad” del país se ha incrementado, aproximadamente y redondeando, en 30 mil millones de dólares.
¿Los trabajadores peruanos hemos visto mejorar nuestra vida con esos 30 mil millones de dólares? ¿Acaso hemos visto, aunque sea, UNO de esos MILES DE MILLONES DE DOLARES redundar en beneficio nuestro? La mayoría de los 28 millones de habitantes del Perú seguimos ganado lo mismo y no vemos que a nuestro alrededor se mejore la vida. Sin duda, ese “incremento de la productividad” ha ido a aumentar la riqueza de las transnacionales imperialistas y de los capitalistas peruanos. ¡Se aprovechan de miles de millones de dólares y nos reclaman aumento de productividad para subir el mínimo vital!
La clase obrera ha de persistir en la lucha por el aumento de los salarios... Mientras, ha trascendido que el gobierno aprista le pide a los capitalistas que acepten una incremento, a los trabajadores, de 30 nuevos soles mensuales…

- I V -

Las clases dominantes quieren coactar al movimiento obrero y popular: amenazándolos de muerte y procurando sentarlos en simples mesas de negociación. La vida no se puede negociar. Se debe luchar por eliminar los Decretos fascistas del APRA. Debemos mantenernos vigilantes ante el comportamiento de los dirigentes sindicales que negocian con los representantes de las clases dominantes. Los nuevos dirigentes de vanguardia deben organizarse, formarse y fortalecerse en el marxismo-leninismo. Se debe mantener la organicidad y la capacidad de lucha de las masas populares, desenmascarando al gobierno y a los traidores, a los capitalistas y a los imperialistas.

Las clases dominantes quieren traerse abajo al movimiento obrero y popular. Es nuestro deber preservarlo, fortalecerlo y marchar en su norte de ascenso y victoria.

Arturo Chávez.
arturo_chavez_peru@yahoo.es
Lima, 05 de Agosto de 2007.

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