viernes, 29 de junio de 2007

LAS TRIBULACIONES DEL REY ARTUS

He visto al Rey Artus Preocupado. Él no es así. Artus ya no ve a Excálibur como en los tiempos en que Merlín dispuso que ambos se enamoraran y contrajeran nupcias. He visto a Artus cavilar mucho en la ausencia de su espada predilecta y, a la vez, su esposa añorada. Todos dicen que Excálibur ha ido a visitar a su padre que esta más allá de esta vida, por lo que es muy difícil que regrese. Yo no lo creo. Ella jamás de alejaría de Artus, jamás… Sin embargo me parece muy raro que Excálibur haya casi huido de la presencia del Rey Artus porque ya no se le ve cuando uno cierra los ojos, no se le ve ni aunque Merlín haga sus más poderosos conjuros... ¿Esta perdiendo potencia Merlín o aún no sale de la cueva de Montesinos donde lo dejó mi tan querido Don Quijote? No lo sé, sólo sé que Excálibur se ha ausentado aunque yo soy testigo de que siempre está cerca porque puedo sentirla. Yo también soy testigo presencial de que el Rey Artus no ve ya tan seguido a su tan querida y amada espada Excálibur y, debo añadir -para que todo quede lo más claro posible, aunque haya quien proteste diciendo que no entiende nada-, que él solía verla todo el tiempo a su lado, con los ojos abiertos y con los ojos cerrados, cosa que yo no he podido hacer nunca, ni siquiera con su ayuda que de ninguna ayuda servia, debo reconocerlo a favor suyo para que no digan después que miento para encubrirlo y yo no se que podría estar yo encubriendo de Artus, pero así es la gente de malediciente. No sé qué es lo que está pasando entre Excálibur y Artus porque… que está pasando algo, está pasando algo, aunque más pareciera que no pasa nada debido a que las aguas de la vida que nos acoge, no se mueven en la superficie sino en las profundidades, como bien saben todos los que han estado en los abismos marinos, menos yo que ni nadar sé así que no puedo acercarme a los abismos marinos porque me ahogo... No sé quien me enseñó a decir todo esto que estoy diciendo, ni por qué lo digo, pero como me sonó bonito ahí lo he puesto… y no se quejen, que yo tampoco me quejé cuando sucedió lo que jamás tuvo lugar, porque no se quejarme de lo que no comprendo y tampoco de lo que nunca viví. Por otro lado les digo que me crean cuando les digo que yo no soy capaz de comprender algo en este mundo, que jamás vi, sino en mi imaginación. Sigamos adelante con lo que no empezamos nunca pero como ya estamos aquí bien está que uno pueda pasar a otro nivel de conciencia porque quienes tienen conciencia deben seguir adelante y los que no tienen también para ver si así aprenden a tenerla así que yo haré lo que pueda ya que jamás pude pasar a un nivel de algo que no tengo... y estoy seguro que no tendré nunca porque yo no existo ni existiré, como bien me enseñó mi propia madre cuando me parió y también mi tía que… claro está que no me parió, pero hizo fiesta en mi honor por la alegría que sentía de que yo llegara al mundo, y ella misma fue mi madrina de agua de socorro, sólo que yo jamás la llamé madrina ni nada por el estilo... sin que yo haya llegado a saber la razón alguna vez, sobre todo cuando estaba ya en la edad de merecer y no merecí sino vivir solo hasta que Excálibur conoció al Rey Artus. Ya les digo que Artus y Excálibur han conversado en secreto en muchas ocasiones, aunque es un secreto que todo el mundo sabe pero ellos no saben que todo el mundo lo conoce. Como las paredes tienen oídos mejor es que todo el mundo lo sepa a que no lo sepa nadie y así resulte que el famoso rey Artus queda en el anonimato de donde no podrá salir porque ya está afuera debido a que es más famoso que su protector el mago Merlín a quien ya todos olvidaron por estar donde dije que estaba y no me acuerdo haberlo dicho. Excálibur y el Rey Artus han conversado en riguroso secreto –que ha sido conocido, también rigurosamente, por todos-pero ellos no han llegado a ninguna conclusión. Excálibur dice que siempre estuvo al lado de Artus y que volverá al lugar de donde no se movió nunca y el Rey Artus espera que cumpla su palabra y vuelva a estar en donde siempre estuvo y jamás se movió, pero ni ella vuelve ni él deja de esperarla sabiendo a ciencia cierta que no volverá. Aunque, confidencialmente les digo que el Rey Artus está haciendo planes para viajar a distancias siderales en busca de Excálibur pero sin moverse nunca de donde está ahora y, claro, como ella le dijo que sería la primera vez que viajaría sin moverse de donde ni siquiera en una simple ocasión estuvo y que, por eso, se iría lo más lejos posible de donde jamás estará, las cosas están un poco incomprensibles, pero yo los comprendo, porque a Artus es bueno comprenderlo aunque no se le entienda nada ni ahora ni nunca cuando habla. Lo que más me llama la atención es que Excálibur dice que viajará primero, mas ella aclara también, al mismo tiempo, que no viajará nunca. Es cierto que Excálibur pone fechas de viaje y que todos los días compra los boletos de avión en la compañía aérea que tiene su prima inexistente y, por eso mismo, ni la compañía ni los aviones tampoco existen. La cuestión que importa es que Excálibur está que compra todos los días los boletos para el viaje y, con eso, muestra su buena voluntad, que es más de lo que se puede pedir en estos casos en que nadie existe, ni yo tampoco. Lo que no me gusta mucho -diciéndolo en defensa de Artus por supuesto-, es que Excálibur cambia constantemente las fechas de vuelo. Ya va una vez que lo hace desde que lleva comprando diariamente los boletos en la compañía de su prima, lo que no me parece muy adecuado porque el pobre Artus está sumamente nervioso esperándola, aunque no puede verla llegar por los motivos antes expuestos y jamás comprendidos. La verdad es que yo no sé si habrán sido expuestos pero igual da porque la vida sigue su curso aunque nadie viva, ni nosotros tampoco. Otra cosa: yo no tengo la menor idea de si serán motivos los que tenga Excálibur y ahora dudo mucho de que hayan sido expuestos porque como ahora llueve tanto en donde Excálibur vive, ella piensa que lo mejor es no exponerse a la lluvia y menos aún a una posible pulmonía porque de cuando en cuando hace frío para que el agua descanse de caer cuando cae. Entonces -como les iba diciendo, si es que algo decía- el pobre Rey Artus, que a pesar de ser rey es pobre porque no tiene ni un centavo en el banco ni banco alguno existe en el tiempo en que el vive. No olvidemos que Artus es un ser inexistente y Excálibur también, como llevamos dicho tantas veces ya. Además, Artus se ha convencido de que Excálibur ya no quiere viajar al lugar donde él se encuentra porque ella quiere que sea él quien viaje primero y como él ya está allá, pues, simplemente, no puede viajar primero por razones que le serían muy difícil explicarle a Excálibur, por eso protesta para que Excálibur viaje primero… La cuestión es que, cuando él quiere viajar tiene la dificultad de que en el país donde vive -siendo el un rey que nadie obedece porque no existe-, los aviones tampoco existen y las compañías de aviación no tienen cupos para más asientos porque todos están vendidos puesto que la demanda en estos tiempos es demasiada. Esa es la gran dificultad que tiene el Rey Artus, que si no fuera por eso ya hace mucho que habría viajado al lugar donde Excálibur se encuentra aunque en verdad ella esté perdida y él también porque Artus nunca ha podido saber donde esté y Excálibur, de igual manera, jamás supo dónde estaba Artus porque, aunque han estado juntos, no han llegado aún a saber que lo estuvieron, ni por cuánto tiempo, ni dónde, ni cuándo, etc. Por lo tanto el Rey Artus me ha dicho, confidencialmente para que jamás se lo dijera a nadie… y es eso precisamente lo que hago ahora. Me ha dicho Artus que él prefiere viajar solo... ¿Solo? No me imagino al Rey Artus viajando solo, por eso es que yo lo acompañaré a todas partes adonde él vaya sin moverse de su sitio, que para eso soy experto (y esto no tiene nada que ver con el hombre que hablaba de Octavia de Cádiz porque el Rey Artus sólo habla de Excálibur así que no los pueden confundir). Artus puede confiar plenamente en mí para acompañarlo porque yo puedo ser, para él, una gran compañía debido a que ando sin la luna, sin el sol, sin mí mismo y, por supuesto, no sé nunca dónde estoy.
Ya lo dije y lo repito para que nadie se engañe de lo que soy y de lo que no soy capaz, porque apenas nací me equivoqué de casa y fui a parar a la casa de Artus. La suerte mía fue que él vivía en la misma casa que yo, si no quién sabe adónde abría ido a parar este que les habla ya que no conozco aún el mundo ni el mundo me conoce en lo más mínimo aun porque de mi casa no he salido sino para entrar nuevamente corriendo en ella porque siempre me acostumbró mi madre a no estar en la calle para protegerme de los malandrines que eran grandes amigos míos y de quienes yo era el líder. Tuve que hacerle caso a mi madre porque era por mi propia seguridad lo que ella decidía. Y no vaya a ser que ordenase yo mismo a mi mancha que hicieran algo en contra mía y eso mi madre no lo podría tolerar puesto que no sabría que eso estaría sucediendo. Quien no le hacía caso a mi madre era Artus y de la calle no salía, digo, no entraba porque estando afuera tenía que entrar en la casa, claro que para estar en la calle debía primero salir de la casa... como quiera que sea, era así como les cuento. Remarco que yo acompañaré al Rey Artus adonde quiera que él vaya, así sea al infierno. El infierno es una posibilidad porque me ha dicho que su vida sin Excálibur es un infierno peor que aquel en que vive don Satanás (mi hermano le ha dado la calidad de “Sir” a Satanás sólo para vencerlo en lucha frente a frente y pulverizarlo con el poder de su famosa espada Excálibur, que no sabe dónde se encuentra pero que está seguro de hallarla, tan seguro como que piensa que se encontrará también a sí mismo en poco tiempo). Así pues, estoy seguro, e inseguro a la vez, de que el único lugar adonde puede ir Artus es al infierno aunque ya Artus esté en él desde que ama y es amado, pero no correspondido, porque no sabe adónde se ha ido Excálibur que no ha salido de donde siempre estuvo y está. Artus cree que el silencio de su tan amada Excálibur se debe a que ella no se decide a decidirse, claro eso es lo más seguro y por supuesto que lo es… aunque ya no sé qué es qué y qué no es lo que no es. Yo, defensor de las causas perdidas que todavía no se han perdido, hago un llamado a Excálibur para que se pronuncie, no públicamente por supuesto, sino de manera íntima (de tal forma que pueda ser conocido por todos sin restricción de edades ni de condiciones sociales ni nada por el estilo), para que Artus pueda sentirse tranquilo y pueda decidirse a hacer el viaje que ya tiene decidido, porque es la única manera de que pueda viajar cómodo consigo mismo y con Excálibur... a quien no ve hace mucho tiempo porque, para él, el tiempo no existe ni existirá jamás. Por eso es que no le importa decir que es mucho el tiempo que ha pasado, el que puede ser poco también, o no serlo en absoluto ya que el mundo no existe y al no existir el mundo el tiempo es una ilusión de quienes vivimos en el mundo. Ahora, yo digo que el Rey Artus viajará de todas maneras, pero no sé si sólo o con su famosa espada Excálibur, porque esa es otra cosa que habría que verse pues Excálibur podría animarse a acompañarlo y hasta ir con el cuando la busque para que la encuentre más rápidamente, ya que ¿Quién mejor que ella para saber dónde se encuentra ella misma? Todo esto lo sé, mas no lo he podido ver puesto como soy ciego de nacimiento: cuando me conviene no puedo ver lo que él quiere ni saber lo que no quiere ver. La verdad, yo no me imagino al Rey Artus sin su famosa y hermosa Excálibur, pero nadie sabe lo que el futuro nos depara a quienes podemos leer el futuro porque cuando queremos no leemos nada y cuando leemos si queremos no vemos nada y cuando vemos, si lo queremos ver, podemos verlo todo al revés, y cuando vemos las cosas adecuadamente, no la comprendemos... Por eso es que ya no tiene muchas pretensiones a pesar de que su amor crece cada día más y más. Lo cierto es que yo no he visto en todo el tiempo que llevo de vida a una persona que este más enamorado de su mujer que el rey Artus de Excálibur. No lo he visto ni lo poder ver jamás porque soy ciego de nacimiento… cuando me conviene. Yo, en verdad hablando el idioma de los ciegos que es el braille, no comprendo todo lo que el Rey Artus está viviendo –porque sé que sufre profundamente por toda esta situación que se ha creado con Excálibur-, no lo comprendo pero si lo comprendiera tampoco sabría lo que significaría así que no me importa mucho. Pero lo que sí es importante no es que yo comprenda a Artus, sino que el mismo Artus comprenda lo que está viviendo a pesar de no existir… y, para ser francos, él tampoco comprende nada, ni siquiera sabe que no existe. Unas veces he visto que Excálibur se muestra cariñosa con él, muy cariñosa, pero otras veces he podido apreciar que se muestra más cariñosa aún, así que no sé a qué atenerme. Por eso será que me pongo a gritar como gritaba no sé quién, pero que gritaba, gritaba: allá voy si no me caigo… y siempre terminaba en el suelo. Son cosas de la vida, por cierto. Pienso que Excálibur, sí quiere mucho a Artus, naturalmente, él también quiere mucho a Excálibur, tanto que todo parece indicar que no puede vivir sin ella, pero ¿ella podrá dejar que Artus haga eso? No me pregunten que haría porque a estas alturas ya ni sé qué iba a hacer o si realmente estaba por hacer algo Artus. A veces he visto que Artus conversa con Excálibur con mucho cariño, aunque también he visto que son más las veces en que ella desaparece –haciéndolo esperar mucho tiempo, lo que le da rabia a Artus- sin decir nada, y sin dejar rastro alguno, por largos periodos de tiempo, tanto como un día completo, si consideramos que un día puede durar muchas semanas. Y eso no puede ser posible porque a un rey no se le puede hacer semejante cosa y menos aún cuando está tan enamorado como lo está el Rey Artus de su famosa, hermosa e inigualable Excálibur, la espada que solamente a Artus puede pertenecer. Claro que ella debería ser libre para poder pertenecer a Artus y Artus tendría que dejarla libre para poder poseerla. Yo creo que ambos se comprenden aunque ese proceso de comprensión es muy arduo, por lo que los dos deben tener paciencia, mas yo se perfectamente que la paciencia agota y por eso no la comprendo en absoluto. Excálibur le ha dicho ya al rey Artus que lo quiere mucho pero no se anima a dar los pasos que tiene que dar para que ella misma esté a la altura del cariño que le tiene el Rey Artus. Por supuesto que siempre ha estado Excálibur a la altura de Artus, eso no lo puedo negar, sólo que lo digo para que las cosas queden a su nivel, aunque lo cierto es que no sé dónde estará ese nivel, pero de todas maneras uno tiene que decirlo para que algo quede escrito, porque no vaya a ser que por no escribir nada todo quede sin escribir y se pierda en el devenir del tiempo que es inexistente. ¿Me dejo entender? ¡Buena pregunta que hago! No importa mucho si me entienden o no, lo importante es que comprendan aunque no esté muy claro lo que digo porque, la verdad, esto de escribir claro no es para mí muy fácil porque soy negro y siempre escribí en papel oscuro y con tinta blanca. ¡Comprender! Vaya manera de acercarse a lo que jamás podrá ser entendido por nadie debido a que nadie existe y por ello no puede entender lo que no existe y mucho menos él, que tampoco existe. Ahora, que ya estoy terminando de esclarecer el tema, sé perfectamente que la famosa y sin par espada Excálibur no ha huido de la presencia del rey Artus, porque todo el mundo la ha visto caminar por donde él siempre está, pero es bueno que yo haya dicho lo que jamás quise decir ni lo volveré a decirlo porque ya ni sé lo que dije...

Walter Saavedra

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