Me gusta mucho hacer trabajo en alianzas, en coaliciones, en juntes donde las organizaciones y personas participantes se unen con una meta u objetivo común. Me gusta más aún cuando el propósito es afirmar un principio que contribuirá al bienestar de gente oprimida o discriminada o al de nuestra Nación. No hay duda de que la conjunción de fuerzas, ideas, propuestas, talentos y la diversidad, hace más probable llegar a la orilla para lo cual decidimos remar en una misma dirección. Fue por ello que la lucha en Vieques fue exitosa.
Durante los últimos dos meses un grupo ha estado trabajando sin descanso por una meta común. Se trata de la "Alianza Contra Convención Guardia Nacional". Resulta que nuestra amada Isla será escenario de la convención número 129 de Guardias Nacionales de los Estados Unidos y sus territorios. Más de 8,000 militares invadirán el suelo boricua por espacio de cinco días, para celebrar un evento que constituye una afrenta en momentos en que tantos sectores alrededor del globo están exigiendo el fin de la desacreditada y sangrienta guerra de Irak y reclamando la paz mundial. El gobierno de Puerto Rico le está dando el apoyo y la bienvenida a este montaje que incluirá múltiples actividades, entre las que se encuentran un torneo de golf en Coco Beach, Río Grande, un maratón por las calles del Viejo San Juan, la recepción que el Gobernador les ofrecerá en el Paseo de la Princesa y una cena en el Centro de Recepciones Gubernamental, entre otras. Todo esto ocurrirá entre el 23 y el 27 de agosto. La sede principal de la Convención será el recién estrenado Centro de Convenciones.
La Alianza se organizó para repudiar la celebración de dicha Convención en Puerto Rico y anteponer a la misma un contundente reclamo por la paz frente al militarismo que sólo genera muerte, destrucción, violación de la soberanía de los pueblos, abuso de los derechos humanos, todo ello para beneficio de gobiernos imperialistas como el de Estados Unidos y sus aliados.
Uno de los aspectos de la Convención de Guardias Nacionales que más nos ha indignado es que habrá un gran despliegue de exhibiciones y ventas de armamentos y equipos militares, que incluyen tecnologías químicas, biológicas y nucleares para ser utilizadas en la guerra. Se juntarán quienes las producen y fabrican y quienes las compran y las usan en escenarios de ensayo, como ocurrió en Vieques y Culebra o reales como ocurre actualmente en Irak y en muchos otros sitios, siempre que sea para servir los intereses de los Estados Unidos, Inglaterra e Israel, entre otros. Las corporaciones e industrias bélicas tendrán sus exhibidores, como en cualquier convención. Sólo que estarán mostrando instrumentos para matar, para invadir, para oprimir y para sojuzgar.
La Convención se está promoviendo como una que beneficiará el turismo y por lo tanto, la economía de Puerto Rico. Pero, si colocamos en un lado de la balanza tal beneficio y en el otro las implicaciones que tiene en términos de que se trata de darles acogida y publicidad a la guerra, a la cultura de la violencia, a las poderosas empresas bélicas que, en alianza con gobernantes como George Bush se lucran de la muerte y el abuso, no cabe duda de que debemos rechazar ese tipo de turismo que nos degrada como sociedad.
Las personas y organizaciones que integramos la "Alianza Contra Convención Guardia Nacional" somos muy conscientes de que hay miles de puertorriqueños y puertorriqueñas que son parte de la Guardia Nacional de los Estados Unidos en Puerto Rico. Se trata de un cuerpo militar que existe en nuestra Patria como una manifestación más de la situación colonial que nos agobia, igual que ocurre con la corte federal y tantas otras instancias con las cuales queda evidenciada nuestra falta de soberanía. Aunque el ingreso a la misma no es obligatorio y podrá haber hombres y mujeres que se afilian y hasta disfrutan de las actividades militares, pues como decía Cantinflas "cada quien tiene su cada cual", lo cierto es que la organización militar es seleccionada por muchos como una alternativa para nivelar la crítica situación económica que sobrevive nuestra gente. Esto incluye una paga por participación en ejercicios, entrenamientos, actividades, acceso a servicios médicos, a las comisarías donde los precios son más bajos, entre otros. Cuando el servicio militar era obligatorio los jóvenes que querían minimizar las posibilidades de ir a la guerra, ingresaban a la Guardia Nacional pues los integrantes de ésta no eran la prioridad para ser movilizados. Éste fue Precisamente el caso del actual presidente de Estados Unidos, quien dicho sea de paso, saca mucho pecho para enviar gente a matar y a morir, a nombre de la democracia, que en el caso de Irak es una palabra escrita con las letras petróleo, pero se cuidó mucho para no ir a la guerra de Vietnam.
En tiempos de ausencia de guerra, ser parte de la Guardia Nacional de Estados Unidos en Puerto Rico no es tan problemático para las personas que no son antibelicistas, pero en tiempos de gobiernos y empresas guerreristas, como ocurre actualmente, las movilizaciones a los escenarios de peligro son la orden del día. Las y los puertorriqueños que seleccionaron la Guardia Nacional como una alternativa económica o por desconocimiento de los efectos que ello tiene en términos de la paz mundial, no constituyen el blanco de nuestra protesta. Cuántos de nosotras y nosotros no tenemos a uno o una de ellas en nuestras familias.
Queremos que el pueblo de Puerto Rico, del cual los miembros del cuerpo militar son parte, sea consciente de que en repetidas ocasiones a lo largo de la historia de la Guardia Nacional de Estados Unidos en Puerto Rico, la misma ha sido utilizada en contra de nuestra propia gente. Comenzando por el ataque aéreo al pueblo de Jayuya cuando la Revolución Nacionalista en el 1950, ha sido movilizada para intervenir en los residenciales públicos y para reprimir a trabajadores y trabajadoras que están en lucha por sus derechos laborales. Así ocurrió en huelgas de la UTIER en la Autoridad de Energía Eléctrica, de empleados de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados y de los bomberos en la década del setenta. También han sido llamados en ocasión de conflictos estudiantiles en la Universidad de Puerto Rico. Desafortunadamente, sus integrantes han sido utilizados para participar en misiones de apoyo en conflictos en los que Estados Unidos está violentando el derecho a la soberanía y libre determinación de los pueblos, como fue el caso del entrenamiento del ejército hondureño para agredir al gobierno sandinista de Nicaragua en la década del ochenta. Este retrato real y negativo de la Guardia Nacional en nuestro país no es superado por la asistencia que ofrecen en casos de huracanes y otros fenómenos naturales, que es la imagen que se vende a través de los medidos de comunicación.
Es necesario que todas y todos respondamos al llamado que está haciendo la "Alianza Contra Convención Guardia Nacional" para que nos manifestemos de forma masiva y contundente el domingo 26 de agosto, a la 1:00 de la tarde frente a la sede del evento, el nuevo Centro de Convenciones, en Miramar. No podemos permitir que el agravio de la celebración de esta actividad en Puerto Rico pase desapercibido. Es por ello que los esfuerzos de movilización son grandes y para ello estamos promoviendo reuniones regionales. Ya hay grupos que están organizados en Caguas, Comerío, Mayagüez. La consigna es "¡Defendamos la Paz! ¡No al Militarismo! y estamos disponibles para reunirnos en las distintas regiones geográficas que quieran organizarse para participar.
Son muchas las organizaciones que estamos trabajando en la Alianza y de los más diversos quehaceres. Entre otras están La Nueva Escuela, la FUPI, Madres Contra la Guerra, el Proyecto Caribeño de Justicia y Paz, el Partido Independentista Puertorriqueño, el Taller Lésbico Creativo, el Frente Socialista, el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, el Comité Pro Derechos Humanos, las Hermanas Jesús Mediador, Guerra Contra el Hambre de Caguas, la Organización Puertorriqueña de la Mujer Trabajadora.
Organizaciones de la Alianza se proponen llevar a cabo manifestaciones durante de las distintas actividades que componen la Convención, además de movilizarse para la gran concentración del 26. Por ejemplo, el PIP se ha hecho cargo de una demostración el sábado 25 de agosto, a las 6:00 de tarde en el Paseo de La Princesa. Es allí donde el Gobernador ofrecerá la recepción a los guardianacionales. El Proyecto Caribeño de Justicia y Paz junto a Madres Contra la Guerra lo hará el 24 de agosto, a las 6:00 de la tarde frente a la Catedral, en el Viejo San Juan. Ese mismo día, pero a las 4:00 de la tarde el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano y el Frente Socialista tendrán una protesta frente al Centro de Recepciones del gobierno de Puerto Rico, en el Viejo San Juan.
El reto es movernos por la paz, pero hacerlo con energía, con entusiasmo, convencidas y convencidos de que queremos un mundo de paz y justicia, no de guerras, muerte, falta de soberanía, militarismo y opresión. El movimiento tiene que ser con el ritmo que da la unidad y la solidaridad, la dignidad y el respeto que nos debemos como Nación. Así es que, muévete por la paz.
por
Raulmax@aol.com
Durante los últimos dos meses un grupo ha estado trabajando sin descanso por una meta común. Se trata de la "Alianza Contra Convención Guardia Nacional". Resulta que nuestra amada Isla será escenario de la convención número 129 de Guardias Nacionales de los Estados Unidos y sus territorios. Más de 8,000 militares invadirán el suelo boricua por espacio de cinco días, para celebrar un evento que constituye una afrenta en momentos en que tantos sectores alrededor del globo están exigiendo el fin de la desacreditada y sangrienta guerra de Irak y reclamando la paz mundial. El gobierno de Puerto Rico le está dando el apoyo y la bienvenida a este montaje que incluirá múltiples actividades, entre las que se encuentran un torneo de golf en Coco Beach, Río Grande, un maratón por las calles del Viejo San Juan, la recepción que el Gobernador les ofrecerá en el Paseo de la Princesa y una cena en el Centro de Recepciones Gubernamental, entre otras. Todo esto ocurrirá entre el 23 y el 27 de agosto. La sede principal de la Convención será el recién estrenado Centro de Convenciones.
La Alianza se organizó para repudiar la celebración de dicha Convención en Puerto Rico y anteponer a la misma un contundente reclamo por la paz frente al militarismo que sólo genera muerte, destrucción, violación de la soberanía de los pueblos, abuso de los derechos humanos, todo ello para beneficio de gobiernos imperialistas como el de Estados Unidos y sus aliados.
Uno de los aspectos de la Convención de Guardias Nacionales que más nos ha indignado es que habrá un gran despliegue de exhibiciones y ventas de armamentos y equipos militares, que incluyen tecnologías químicas, biológicas y nucleares para ser utilizadas en la guerra. Se juntarán quienes las producen y fabrican y quienes las compran y las usan en escenarios de ensayo, como ocurrió en Vieques y Culebra o reales como ocurre actualmente en Irak y en muchos otros sitios, siempre que sea para servir los intereses de los Estados Unidos, Inglaterra e Israel, entre otros. Las corporaciones e industrias bélicas tendrán sus exhibidores, como en cualquier convención. Sólo que estarán mostrando instrumentos para matar, para invadir, para oprimir y para sojuzgar.
La Convención se está promoviendo como una que beneficiará el turismo y por lo tanto, la economía de Puerto Rico. Pero, si colocamos en un lado de la balanza tal beneficio y en el otro las implicaciones que tiene en términos de que se trata de darles acogida y publicidad a la guerra, a la cultura de la violencia, a las poderosas empresas bélicas que, en alianza con gobernantes como George Bush se lucran de la muerte y el abuso, no cabe duda de que debemos rechazar ese tipo de turismo que nos degrada como sociedad.
Las personas y organizaciones que integramos la "Alianza Contra Convención Guardia Nacional" somos muy conscientes de que hay miles de puertorriqueños y puertorriqueñas que son parte de la Guardia Nacional de los Estados Unidos en Puerto Rico. Se trata de un cuerpo militar que existe en nuestra Patria como una manifestación más de la situación colonial que nos agobia, igual que ocurre con la corte federal y tantas otras instancias con las cuales queda evidenciada nuestra falta de soberanía. Aunque el ingreso a la misma no es obligatorio y podrá haber hombres y mujeres que se afilian y hasta disfrutan de las actividades militares, pues como decía Cantinflas "cada quien tiene su cada cual", lo cierto es que la organización militar es seleccionada por muchos como una alternativa para nivelar la crítica situación económica que sobrevive nuestra gente. Esto incluye una paga por participación en ejercicios, entrenamientos, actividades, acceso a servicios médicos, a las comisarías donde los precios son más bajos, entre otros. Cuando el servicio militar era obligatorio los jóvenes que querían minimizar las posibilidades de ir a la guerra, ingresaban a la Guardia Nacional pues los integrantes de ésta no eran la prioridad para ser movilizados. Éste fue Precisamente el caso del actual presidente de Estados Unidos, quien dicho sea de paso, saca mucho pecho para enviar gente a matar y a morir, a nombre de la democracia, que en el caso de Irak es una palabra escrita con las letras petróleo, pero se cuidó mucho para no ir a la guerra de Vietnam.
En tiempos de ausencia de guerra, ser parte de la Guardia Nacional de Estados Unidos en Puerto Rico no es tan problemático para las personas que no son antibelicistas, pero en tiempos de gobiernos y empresas guerreristas, como ocurre actualmente, las movilizaciones a los escenarios de peligro son la orden del día. Las y los puertorriqueños que seleccionaron la Guardia Nacional como una alternativa económica o por desconocimiento de los efectos que ello tiene en términos de la paz mundial, no constituyen el blanco de nuestra protesta. Cuántos de nosotras y nosotros no tenemos a uno o una de ellas en nuestras familias.
Queremos que el pueblo de Puerto Rico, del cual los miembros del cuerpo militar son parte, sea consciente de que en repetidas ocasiones a lo largo de la historia de la Guardia Nacional de Estados Unidos en Puerto Rico, la misma ha sido utilizada en contra de nuestra propia gente. Comenzando por el ataque aéreo al pueblo de Jayuya cuando la Revolución Nacionalista en el 1950, ha sido movilizada para intervenir en los residenciales públicos y para reprimir a trabajadores y trabajadoras que están en lucha por sus derechos laborales. Así ocurrió en huelgas de la UTIER en la Autoridad de Energía Eléctrica, de empleados de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados y de los bomberos en la década del setenta. También han sido llamados en ocasión de conflictos estudiantiles en la Universidad de Puerto Rico. Desafortunadamente, sus integrantes han sido utilizados para participar en misiones de apoyo en conflictos en los que Estados Unidos está violentando el derecho a la soberanía y libre determinación de los pueblos, como fue el caso del entrenamiento del ejército hondureño para agredir al gobierno sandinista de Nicaragua en la década del ochenta. Este retrato real y negativo de la Guardia Nacional en nuestro país no es superado por la asistencia que ofrecen en casos de huracanes y otros fenómenos naturales, que es la imagen que se vende a través de los medidos de comunicación.
Es necesario que todas y todos respondamos al llamado que está haciendo la "Alianza Contra Convención Guardia Nacional" para que nos manifestemos de forma masiva y contundente el domingo 26 de agosto, a la 1:00 de la tarde frente a la sede del evento, el nuevo Centro de Convenciones, en Miramar. No podemos permitir que el agravio de la celebración de esta actividad en Puerto Rico pase desapercibido. Es por ello que los esfuerzos de movilización son grandes y para ello estamos promoviendo reuniones regionales. Ya hay grupos que están organizados en Caguas, Comerío, Mayagüez. La consigna es "¡Defendamos la Paz! ¡No al Militarismo! y estamos disponibles para reunirnos en las distintas regiones geográficas que quieran organizarse para participar.
Son muchas las organizaciones que estamos trabajando en la Alianza y de los más diversos quehaceres. Entre otras están La Nueva Escuela, la FUPI, Madres Contra la Guerra, el Proyecto Caribeño de Justicia y Paz, el Partido Independentista Puertorriqueño, el Taller Lésbico Creativo, el Frente Socialista, el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano, el Comité Pro Derechos Humanos, las Hermanas Jesús Mediador, Guerra Contra el Hambre de Caguas, la Organización Puertorriqueña de la Mujer Trabajadora.
Organizaciones de la Alianza se proponen llevar a cabo manifestaciones durante de las distintas actividades que componen la Convención, además de movilizarse para la gran concentración del 26. Por ejemplo, el PIP se ha hecho cargo de una demostración el sábado 25 de agosto, a las 6:00 de tarde en el Paseo de La Princesa. Es allí donde el Gobernador ofrecerá la recepción a los guardianacionales. El Proyecto Caribeño de Justicia y Paz junto a Madres Contra la Guerra lo hará el 24 de agosto, a las 6:00 de la tarde frente a la Catedral, en el Viejo San Juan. Ese mismo día, pero a las 4:00 de la tarde el Movimiento Independentista Nacional Hostosiano y el Frente Socialista tendrán una protesta frente al Centro de Recepciones del gobierno de Puerto Rico, en el Viejo San Juan.
El reto es movernos por la paz, pero hacerlo con energía, con entusiasmo, convencidas y convencidos de que queremos un mundo de paz y justicia, no de guerras, muerte, falta de soberanía, militarismo y opresión. El movimiento tiene que ser con el ritmo que da la unidad y la solidaridad, la dignidad y el respeto que nos debemos como Nación. Así es que, muévete por la paz.
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Raulmax@aol.com
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