De modo que queréis dinero.
Una vez le pregunté a un grupo de gente reunida en un salón qué querían. Y todos dijeron: "Ser Dios y ser ricos".
Entonces vamos al grano. Queréis dinero; yo lo llamo oro, pero debemos aclarar este punto ahora mismo. Vuestro gobierno ya no llama oro al dinero, no desde que la Decimosexta Enmienda a vuestra Constitución permitió la implementación de los impuestos y los banqueros internacionales dieron vida a la Reserva Federal.
Apuesto a que pensáis que porque dice
"Federal" es propiedad de vuestro gobierno.
Bueno, no lo es. La Reserva Federal es propiedad de un grupo de personas que, durante miles de años, han creado la guerra para obtener poder por medio de dogmas religiosos. Son los mismos que ya no usan el oro para patrocinar vuestros dólares, porque vuestro país no posee oro suficiente para respaldar el papel. Y son estos individuos soberanos los que controlan vuestros gobiernos en todo el mundo. Ellos deciden cuánto vale vuestro papel. No sois vosotros los que producís la inflación o la deflación; vosotros no hacéis que las acciones suban o bajen. Eso lo hacen los que controlan el mundo por medio del dinero.
De modo que yo prefiero el oro por encima de todos vuestros dólares, porque, en un abrir y cerrar de ojos, vuestro papel puede ser inservible. Y el oro, que es un metal tierno, brillante y maravilloso, cuya belleza y rareza han adornado a reyes, nobles, a los ricos y, a veces aun a los pobres, siempre ha conservado su valor.
El oro es un metal sensible; se regala por amor y afecto porque es suave. El metal suave absorbe las frecuencias emocionales que están por fuera del cuerpo físico. Vuestro oro ha conservado su valor emocional por siempre. Poneos el pectoral de un rey y en contados momentos sentiréis la gloria, porque su emoción, su gloria, su actitud de superioridad al usarlo, están todas encerradas en el metal.
Si veis la máscara de un desaparecido faraón, mirad profundamente a los ojos negros y apagados y a la nariz finamente marcada y veréis la tragedia, conoceréis la majestuosidad, porque la cara grabada en oro emana la totalidad del ser que la llevaba puesta.
Entonces, ¿el oro ha conservado su valor por tanto tiempo sólo porque es brillante, amarillo y bello? No. El oro es un metal imparcial; no establece el odio, ni el anhelo de poder, ni el amor, ni la pasión, ni la traición. El simplemente almacena la emoción. En otras palabras, el oro es el alma de todos los otros metales.
Más bien que dar credibilidad a esta engañosa ilusión de vuestro papel moneda, me referiré a vuestra búsqueda de la independencia financiera desde el punto de vista del oro. Porque cuando tenéis oro en vuestras manos, os volvéis inmortales con esa energía.
A propósito, el oro más grandioso que podáis obtener ha sido derretido y bloqueado, y nadie lo posee. Es así como se le puede transmitir poder y reacción emocional al metal.
Pero regresemos a vuestro gobierno un instante, pues en lo que respecta a estos asuntos, os halláis en una posición muy precaria.
Habéis estado en una ignorancia flagrante en cuanto al origen de vuestro dinero.
¿Se os ha ocurrido alguna vez que vuestro dólar
podría perder su valor, sin importar cuánto
tengáis en la caja fuerte?
¿Se os viene a la mente que hay gente
en altas posiciones que controla
el poder del mundo?
Sois falibles porque habéis estado en necesidad e ignorancia. Podéis acumular enormes cantidades de papel en un banco, pero si el papel carece de valor, ¿qué vais a comer? ¿El papel?
Le habéis cerrado las puertas a vuestro entendimiento respecto de otras posibilidades. Si dinero es todo lo que queréis, entonces vais a morir infelices; os lo aseguro. Porque el dinero no valdrá nada cuando el espíritu llame al alma para que salga del cuerpo y paséis de este tiempo y espacio, de este mundo controlado por ecuaciones matemáticas. ¡El oro no servirá de nada!
Pero ahí es donde ha estado vuestro corazón; sois muy santos hasta cuando el dinero entra en juego. Los picaros que os han gobernado como una nación y que os han esclavizado por medio de creencias han dicho que nacéis en pecado desde la cuna. Bueno, no es así. Solamente necesitáis. Nacéis divinos. El legado más grande que yo os dejaré para toda la eternidad no ha cambiado. Ya sea que coloque las consonantes en el lugar correcto o no, o si coloco los verbos al principio de la frase y los sustantivos al final, el mensaje está claro.
Vosotros y el Padre sois uno. Y la vida que lleváis, que respiráis, que impregnáis con vuestra existencia, es SU amor llamado gracia. El reino de los cielos está dentro de vosotros. No está en vuestros castillos, ni en vuestro dinero, ni en vuestra ignorancia. Está dentro de vosotros.
Y me decís: "Eso no es nada nuevo".
Claro, no es nuevo para vosotros. Pero sólo unos cuantos preciosos entre vosotros lo han vivido. Escuchad: Es nuevo cuando lo aceptéis internamente y vuestra voluble mente se abra y permita que el poder interno actúe. Ese es mi gran legado que va más allá de vuestras cuentas bancarias y va más allá de todo lo que deseéis tener en los bancos. Cuando busquéis aceptar el reino interior impecablemente y por encima de todo lo demás, y cuando viváis esa verdad en medio del fuego, entonces todo lo demás estará a la vista.
Aquí es cuando decís: "Pero todavía necesito ayuda; no creo que Pueda hacerlo solo".
Sé que muchos sois tullidos, siempre lo habéis sido. Sois los que no tienen Dios que habéis estado muertos porque nunca habéis vivido.
Sois los que no tienen Dios porque nunca habéis conocido al Dios interior, y nunca habéis vivido pues realmente no vivís si no conocéis al Dios interior.
Para sobrevivir simplemente habéis estado revolcándoos dentro de vuestra ignorancia. Habéis estado tratando de sacar la cabeza por encima del temor, las amenazas y la intimidación. Habéis estado bregando a salir de vuestros aprietos a como dé lugar, pero de ese modo nunca podréis salir de ellos, porque verdaderamente nunca habéis vivido. Cuando estáis sin Dios, vuestros únicos medios de supervivencia son el arañazo, la mordida, la camorra, el picotazo, el desprecio, la envidia y la destrucción maliciosa de todo lo que refleja vuestra carencia.
El hombre rico vive en una torre con paredes forradas en oro, tapetes persas y cubiertos de oro. Sus cuartos huelen a lavanda, agua de rosa. De su fuente fluyen fragancia y jazmín, mientras cena con faisán, pescado, higos, frutas y toda clase de cosas maravillosas. Pero se sienta allá y todavía no es feliz.
Y luego tenemos al hombre que no posee ninguna de estas cosas. Pan rancio, agua y confituras son un manjar para él en ocasiones especiales. Sobre su espalda lleva ropa áspera y a duras penas tiene una cama para dormir, pero, no obstante, allí hay gozo. Y cuando pasa por el palacio, no desprecia ni envidia al rico, sino que lo ama como a un semejante. Y sus días no son una horrible experiencia de supervivencia, sino más bien una oportunidad para ser un rayo de luz, para aceptar, ejecutar, amar, ser libre y estar vivo.
Yo puedo cambiar los papeles y hacer que el hombre pobre sea envidioso, despreciable, un chismoso malicioso. Puedo hacer que el hombre rico despierte en alegría, pero sería en virtud de la emoción que está vivo. Estar con vida y encontrar gozo no son el resultado de lo que uno posee en el sentido material.
El legado que yo os he enseñado durante los últimos diez años no ha cambiado, porque representa el cenit de una vida que pasa de un réquiem de sueño hacia un gran entendimiento.
Cuando sois dueños de lo que
está dentro de vosotros,
lo que está afuera ya no importa.
Cuando analizo lo que perseguís, el logro de una independencia financiera, veo que sois valientes, intrépidos y admirables. ¿Por qué digo eso? Porque los demás os han censurado por desear el oro y de algún modo han intentado acomodar esa censura dentro de lo que ellos llaman el plan de Dios.
Esta controversia acerca del oro y Dios es la misma ignorancia que no os ha permitido aceptar vuestra herencia. ¿Está Dios libre de la maldad del hombre y del peligro que representa el dinero?
Todo es Dios. ¿Cómo podéis decir que el oro no existe? ¿Cómo podéis decir que no es un sinónimo de la vida? El oro es únicamente el conducto de la emoción. Y es el intercambio de esa energía emocional la inversión que os permite seguir adelante.
¡Despertad! Los que manejan el mundo, lo manejan por medio del dinero, porque éste es poder. Un hombre acaudalado es poderoso, y desea riqueza porque le proporciona poder. Poder es lo que él busca y la religión ha sido el peón en el tablero. Y las iglesias son parte de las entidades más ricas del mundo.
Todas las guerras se han peleado por una creencia religiosa. ¿Cuál Dios va a ganar?
Las gentes a las que llamáis irlandeses se llamaban antiguos escandinavos en mis días. Eso fue cuando el sol penetró y llegaron las heladas. Los irlandeses masacran seres humanos y lo justifican con el pretexto de que es una guerra santa. Pero es el poder que camina detrás de la creencia religiosa lo que ha consumado el montaje con el fin de deteriorar el sistema y así ganar control.
Si comprendéis el lado oscuro del oro, entonces podéis entender la luz que saca a relucir las sombras. El oro, el poder y la religión han constituido una inicua combinación a través de vuestra historia, porque toda creencia religiosa está manchada con la sangre de los que conquistaron para establecerse.
Todo el oro que han obtenido yace en bóvedas, pero Dios, que es la vida, la inteligencia, el por siempre jamás, es la vida que ha dado origen al oro; es el pensamiento coagulado de Dios. Así como lo son vuestros dólares; así como lo sois vosotros. No hay diferencia.
La ignorancia ha mantenido oprimido al hombre en un abyecto estado de dependencia y necesidad. Y en algún lugar allá adentro habéis marcado una división entre Dios que es espiritual y el oro que es dinero. Algunos de vosotros pensáis que de hecho hay alguna línea divisoria entre el oro y Dios. Y si estáis dentro de los que piensan así, sois, no solamente hipócritas, sino que os estáis autodestruyendo, porque los poderosos están acumulando el oro en nombre de Dios.
Y el político hipócrita que dice que el hombre es malo si busca la riqueza, pero es divino si busca a Dios, está codiciando el oro que le dé el poder para reinar sobre los ignorantes.
Nada de eso es malo; es simple y llanamente la manera como lo habéis prescrito.
Pero el que condena el oro, condena a Dios. Porque, ¿de dónde viene el oro? ¿De qué está hecho? ¿Qué le da la vida? No es ni siquiera el oro en sí mismo, sino la actitud que se asume ante él lo que lo ha hecho tan valioso. El oro no es malo. Todo lo que tenéis que hacer es mirar a vuestro alrededor y daros cuenta de que todo vino de Dios, y el único que controla esa realidad es el Padre que está dentro de vosotros.
Si toda vida es Dios,
entonces vuestro oro también lo es.
¿Y qué tiene eso de malo? Vosotros lo habéis convertido en malo por medio del pensamiento limitado y la actitud que hay detrás de ese pensamiento. Y de eso trata este libro. Ya habéis oído: "Vosotros sois Dios" y "El Padre está adentro". Pero hasta ahora no os ha servido para nada, porque todavía tenéis la mano extendida para pedir, desear, necesitar. Sois infelices porque no tenéis suficiente.
¿Cuándo tenéis suficiente para estar llenos adentro? Nunca. Hay que admiraros por abordar este tema y continuar leyendo; dice mucho sobre vuestro coraje, vuestro interés en vosotros mismos y vuestras necesidades. Y si no comprendéis el legado más grande de todos y solamente queréis, no tiene nada de malo.
Tarde o temprano abrazaréis la necesidad más grande: conocer a Dios. La necesidad más grande es abrazar a Dios, vivirlo hasta que veáis que la necesidad es una limitación y que la libertad para existir en armonía con toda la vida procede de adentro.
Un maestro no deja huellas en los últimos días antes de llegar a ser Cristo. Pero por ahora, con todo el oro que llevéis puesto alrededor del cuello o el que llevéis en vuestros bolsos o billeteros, vuestras huellas están muy marcadas. *
Es importante que razonéis sobre lo que estoy diciendo, porque todo ello, si lo razonáis, hará realidad el sueño que tenéis, porque el conocimiento, no los rituales, es iluminación, lo cual significa estar en conocimiento de.
¿Cómo reconocéis la verdad?
Cuando sacude vuestras cajas.
Cuando en un momento me despreciáis por algo que dije, pero que era dolorosamente cierto, y me amáis en el siguiente momento porque leísteis algo que os exaltó y que queríais que fuera cierto.
Así es como sabéis la verdad.
Reaccionáis ante ella.
Durante muchos años algunos de vosotros habéis oído que Dios el Padre y el Reino están dentro de vosotros, pero todavía no lo entendéis. Eso no tiene nada de malo; tarde o temprano lo asimilaréis.
Os daré una verdad muy simple y profunda.
Un sueño no hecho realidad es una limitación para llegar a ser Cristo.
Miraos a vosotros mismos: Tenéis todas esas ilusiones, sueños de lo que queréis hacer y tener. Tenéis que sentiros importantes, queréis seguridad, queréis sentiros a las mil maravillas. Vuestra lista de deseos va desde una cirugía plástica hasta poseer abundante tierra y la casa de vuestros sueños. Deseáis comida para cuatro años y la educación de los hijos pagada. Queréis almacenar todo cuanto hay, para así poder sentaros relajados a comer bizcochos con mermelada, limpiaros los dientes, mirar la puesta del sol y decir: "Aleluya".
Todas esas cosas conforman las capas del núcleo del sueño; y pensáis que el dinero está en el núcleo de vuestras necesidades. Eso es lo que tenéis en común con todas las otras personas que leen este libro; eso es vuestra conciencia colectiva. Pensáis que el dinero es la respuesta a todas vuestras oraciones. Algunos de vosotros hasta compraríais el amor para uno o dos días con dinero.
En vuestra conciencia el sueño de no tener dinero es una limitacón.
Es pensamiento limitado. Mientras ese pensamiento permanezca dentro de vosotros, nunca llegaréis a ser Cristo. Y llegar a ser Cristo es el épico destino del hombre.
"Es como si el mundo y todas
sus posibilidades estuvieran esperándonos para..."
"¿Sí?"
"Crearlas, darles vida".
"¿ Qué nos impele a crear ciertas realidades
y a descartar otras?" preguntó Valeriee.
Pensé la respuesta antes de contestar.
"No estoy seguro, pero creo que
tiene algo que ver con lo que la persona cree
que es cierto... real".
"Creo que una persona ve o 'crea'
lo que cree, o sea lo que realmente cree,
no simplemente lo que desea que sea cierto.
Muchas personas desean ser ricas.
Pero los que verdaderamente
creen que merecen ser ricos, lo son".
El truco de la luz
Réquiem por un soñador
¿No os dais cuenta de que creáis el destino ante vuestras narices? ¿No sabéis que lo que deseáis con vehemencia, lo que envidiáis, lo que queréis, lo que necesitáis, lo que soñáis es destino no hecho realidad? ¿Y no sabéis que es cuando esos destinos se vuelven realidad cuando os liberáis de ellos?
Una manifestación ante vuestras caras no es un milagro de manifestación: ¡es un milagro de alivio!
Porque cuando el sueño es una realidad, entonces ya no os mortifica. Solamente deja de esclavizaros cuando se convierte en realidad y, al momento de manifestarse en el mundo material, os abandona.
Os he estado enseñando "todos estos años" que el sendero hacia el Reino de Dios es un Sendero Interior; se llama el sendero del Gozo.
Podéis correr de acá para allá muertos de la risa como unos tontos diciendo: "En verdad, yo soy Dios", pero eso no os liberará de los sueños que todavía están enterrados en el corazón, aun cuando tratéis de desecharlos.
No podéis desechar los sueños irrealizados. El hacerlo valiéndose de dogmas espirituales de los que no se ha obtenido sabiduría se llama hipocresía piadosa. Nadie entendió lo que yo dije. Nadie se dio cuenta de lo que significaba el mensajero*: ¡Gozo! ¿Cómo se ve el sendero? De pronto usé mis frases "en verdad", "que así sea" demasiadas veces.
N.T Los mensajeros son seres, pensamientos, visiones o sucesos de los que se vale Ramtha para mostrar a su auditorio algunas verdades o para reforzar una enseñanza.
Ahora lo estoy aclarando.
El sendero se llama gozo del yo. Pero en realidad no habéis considerado eso; más bien habéis brincado al sendero de alguien más. Sois, en conjunto, busca-senderos, busca-gurús, seguidores de maestros.
Y nunca aprenderéis hasta que miréis
hacia adentro y sepáis.
El sendero hacia el Reino de los Cielos está adentro y se llama gozo. Leed cuidadosamente ahora, esto es importante; aquí estamos hablando de cómo se crea vuestro destino.
Cuando interiormente abracéis vuestros
sueños que resultan en limitación
y dentro de vuestra
alma los hagáis florecer,
se harán una realidad delante de vosotros.
Lo que se acepta con emoción en el alma,
se manifestará.
Se llama destino. Y, en este plano, el destino lo controlan el tiempo, la distancia, el espacio y la velocidad de la vida. Estáis en un flujo de tiempo.
Vuestra mente está en el futuro, vuestras emociones en el ahora y vuestro cuerpo en el pasado. Así es como vivís.
Ahora, echemos un vistazo a las capas de la superficie de vuestras vidas. ¿Qué son? Aquí va un ejemplo. Decís: "Quiero hacerme cortar el cabello, pero no puedo porque mi amante lo adora. Pero si lo hago cortar, la gloriosa corona de Dios, no solamente seré una pecadora, sino que mi amante/esposo buscará otra". De modo que laváis y peináis vuestro cabello con una ráfaga de viento.
¿Qué clase de sueño es ese?
El sueño que se esconde detrás de aquella afirmación es-"Quisiera librarme de este cabello". Pero lo que os retiene es: "Me temo que ya no me amarán si hago lo que yo deseo". De modo que el sueño original permanece en el alma sin realizarse. ¿Comprendéis?
¿Qué hay del artista que tiene la capacidad para trabajar con un gran talento creador? El sabe que si tuviera una oportunidad, su ingenio podría crear mucho más, pero tiene miedo de mostrar su genio creativo porque podría ser una amenaza para él; creo que lo llamáis política. Así que prefiere vivir con un talento latente que no se usa. ¿Veis? Después de todo se supone que no deberíais hacer olas; no debéis ensuciar el agua.
Luego tenemos a la mujer que vive con su esposo, pero en su corazón no siente ninguna pasión. En secreto desea ser libre para ir adonde le plazca, comer y acostarse cuando ella quiera, más bien que cuando se lo ordenen. Pero no le da rienda suelta a su deseo, porque su esposo es su proveedor. ¿Qué dirían sus hijos si ella se fuera? ¿Qué le sucedería? Ella piensa que si se va, la mortificaría un gran sentimiento de culpa. De modo que se convierte en una vieja oprimida.
Sueños irrealizados.
Nunca llegaréis a ser el Señor Dios de vuestro Ser mientras estéis atados a la infelicidad.
Observo que muchos soñáis con tener una idea propia, ser una persona creadora, ser inventivo, lograr un invento que sea apreciado en todo el mundo. Pero la falta de oro inhibe el sueño. De modo que regresáis a la rutina del trabajo y vivís como un genio frustrado, mientras vuestro sueño se queda suspendido por encima de vosotros.
Y hay algunos entre vosotros que sinceramente desean ser infelices. Realmente queréis ser desdichados, despreciables y detestables, así como vuestras fantasías, bajas e intolerantes. Realmente quisierais ser todas esas cosas, pero no os atrevéis a serlas, porque: Dios mío, ¿qué pensaría la gente? ¿Yo? ¿Infeliz?" De modo que escondéis vuestros sentimientos más recónditos y fingís una sonrisa. Y os volvéis hipócritas; queréis ser infelices, pero nadie dijo que eso no tiene nada de malo. En vuestra cultura es algo prohibido; ¡hay que ser feliz!
Hay muchas emociones que no se pueden expresar en vuestra cultura. ¿Por qué pensáis que a vuestros psiquiatras les va tan bien? ! Porque lo inexpresable tiene que ir a buscar a alguien que le hable! Y después de años y años de repetir los mismos argumentos todavía no sois felices. ¿Sabéis por qué? Porque el psiquiatra nunca dijo: "No tiene nada de malo, ve y sé despreciable".
Y hay otros entre vosotros que desean ser felices, pero se aferran a todas las razones por las que no lo son. Queréis ser bellos, pero cada vez que miráis en el espejo odiáis lo que veis. Queréis ser esbeltos, pero coméis hasta la saciedad cada vez que pensáis en ello. Queréis reír y ser felices, pero se considera vulgar.
Esa es la dualidad.
Lo deseáis,
pero pensáis que no lo merecéis.
Vivís en una dualidad, así que los sueños y deseos cuelgan del alma como una confusión. Y lo que inevitablemente sucederá es que terminaréis como la mayoría de vosotros ahora: corriendo como locos para encontrar a alguien que os proporcione equilibrio y propósito en la vida.
Necesitáis, queréis tener a alguien con quien compartir esta miseria, para que ese alguien lleve el peso de la confusión y de la herida. Queréis a alguien que aguante la actitud psicótica pero que se siente allá, os sonría y diga: "Eres maravilloso. Maravilloso. Maravilloso".
Eso se llama echarle la culpa a otro.
Hay muchos otros ejemplos de vuestros sueños irrealizados que están suspendidos por encima de vosotros.
Espero que ya habréis comprendido que no estoy hablando de vuestros sueños nocturnos durante los cuales caballeros en armaduras brillantes galopan por aguas claras y a través de campos cubiertos de amapolas y margaritas para encontrar a la mujer cuyo cabello llega hasta el suelo y lleva puesta una faja suelta. ¡No estoy hablando de esos sueños!
El gozo no se puede definir en términos de vuestras leyes; va mucho más allá de ellas. El gozo es lo que habéis perdido. Vivís en lo que la civilización llama "estilos de vida prudentes", pero tenéis más crímenes, vicios, violaciones y comportamiento repugnante que nunca antes.
Y está el soldado que usa su lengua para acabar con la inocencia de otro. Sin embargo, a vuestra sociedad se le llama moderna, cristiana, temerosa de Dios. ¡Deberíais sentir miedo de algunos de esos Dioses!
El gozo es el alivio de la represión.
Es lo que os permite trascender,
ser lo que queréis ser.
Sólo se necesita un momento para
llegar a ese lugar en donde
el sueño no os esclaviza.
Y hay un gozo que llega en ese momento de alivio. Una vez dije: "Abriré vuestras puertas y limpiaré vuestros armarios, vuestras almas, con una cosa brillante y pulida: el gozo".
La falta de gozo es la razón por la cual estáis refunfuñando en el oscuro pantano y viviendo vidas despreciables, porque los sueños que habéis guardado en los armarios han debido ser el catalizador de la experiencia que resulta en gozo.
"Estás viviendo con tu cerebro y no
con tus sentidos. Ellos, despejados e intactos,
son la brújula del alma. Vives en el pasado,
viendo lo que quieres ver.
Ves el mundo a través de ojos sin vida ".
El truco de la luz
SER UN CRISTO CONSISTE EN VIVIR LO QUE SOIS
¿Qué es la realidad?
¿Qué yace delante de vosotros y provoca vuestros sentidos? Ya sabéis, el tacto, el olfato.
La emoción es el poder verdadero, la coagulación de una manifestación que adorna los sentidos. Eso es la realidad. Sin emoción no hay sentidos; sin emoción, no hay nada.
¿Sabéis lo que significa estar bloqueado? El bloqueo ocurre cuando lo que deseáis no se realiza. Y decís: "Estoy bloqueado". ¿Por qué estáis bloqueados? Porque hay un sueño sentado allá, un sueño de una aventura en potencia que todavía no habéis aceptado.
¿Por qué creéis que yo llamo a Yeshua Ben Joseph un Cristo noble? ¿Qué significa esa palabra noble? Virtuoso y noble. De noble virtud. ¿Qué quiere decir eso? La calidad de un Cristo no implica la supresión de lo que sois; quiere decir vivir lo que sois, hasta que eso os deje libres. Mientras más sueños convertís en realidad, más “espacios vacíos" tenéis adentro; sólo entonces hay espacio para ver la luz.
Un ser de noble virtud es el que ha vivido todas sus limitaciones, es decir, todos sus sueños. Y cuando esos sueños desaparecen, se van, en ese momento él llega a ser un Cristo. Y cuando camina, no deja huellas, porque ya no hay nada qué dejar. Todas las cosas lo han dejado libre. ¿Comprendéis? Si no entendéis esto, vais a correr detrás de muchos maestros con las manos extendidas, con la esperanza de llevar puesto vuestro talismán o cualquier cosa que se necesite para ser bendito ese día, y vais a sufrir una gran desilusión.
Vosotros parecéis deslumbrados por todos aquellos que parecen tenerlo todo. Sí, ¡hasta os postráis delante de ellos! ¿No sabéis que lo tenéis todo? No es que algunas entidades especiales vinieron, vivieron aquí y luego fueron resucitados. Ellos entendieron que el camino para regresar a casa y el camino para llegar al reino más grandioso de todos es por medio del Dios interior. Ese es el sendero que abre el poder para llegar a ser todas las cosas.
¿Por qué creéis que Yeshua ben Joseph, el Cristo, se fue al desierto para ser tentado por Satanás durante cuarenta días? ¿Quién era Satanás? Era su ego falso. ¿Y cuál era la tentación? Ser lo suficientemente poderoso para reinar sobre el mundo. Durante esos días en el desierto, Yeshua vió frente a El las ciudades de Persia, Roma y Etiopía; vió a Mesopotamia y a los hititas; y vió a los formidables egipcios. Cada reino se le vino a la cara porque eso era lo que estaba ahí para que lo experimentara.
El Satanás interior es el ego falso en su necesidad.
Cristo los vió a todos y abrazó interiormente a cada uno de ellos; los saboreó; se convirtió en ellos y en cuarenta días lo dejaron tranquilo. ¿Cuál era el sueño? La tentación. ¿Y qué es la tentación? Es el sueño reprimido. Cuando volvéis realidad vuestros sueños, cuando os enfrentáis a ellos y los poseéis como sabiduría, entonces ya no son una tentación. Sólo entonces desaparecen esos bloqueos internos.
¿Qué es perdonar al que llamáis pecador? Es comprender que hay limitaciones, sueños que deben ser poseídos como sabiduría para poder liberarse de ellos. ¿Comprendéis? ¿Por qué fue esto necesario para Yeshua Ben Joseph? Porque sin ello, maestros, no habría podido ser lo que deseaba ser sobre todas las cosas. Y su reino no era de este mundo.
Ahora, ¿cuál es la diferencia entre vosotros y él?
La motivación. Vosotros preferís afligiros, blasfemar, ser desdichados, sentiros limitados y correr en círculos persiguiendo la cola como el gato, en vez de pasar un momento en reconocimiento de quién sois. Porque carecéis de la motivación para encontrar el gozo.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con las finanzas? Todo. Todos los que leen este libro tienen un deseo obsesivo de dinero. Si os diera un regalo resplandeciente, brillante y hermoso, caería en una mano que es maliciosa, infeliz y miserable y la energía de esa sola mano cambia el poder.
Se os pueden abrir las puertas de la oportunidad, pero si no estáis motivados, ¿qué os va a impulsar a poneros de pie y entrar por la puerta? preferís estar sentados y gemir y llorar porque no sucedió nada.
Ahora, yo he hecho cosas maravillosas, pero ya sé que no dejo huellas. Os daré el poder del conocimiento y un fuerte viento a vuestras espaldas como motivación. Pero únicamente vosotros podéis llevarlo hacia adentro y enfrentaros a esos sueños. Yo no puedo obligaros a hacerlo. Hay mucha gente en este mundo que no sabe absolutamente nada de lo que sucede en vuestro gobierno y en el mundo en general. Son seguidores y lamentadores. Hay personas que, por su ignorancia, dependen totalmente de alguien más para que tome todas las decisiones de sus vidas; carecen de vigor. Son más bien como una burbuja, esperan a que alguien los empuje y los mueva hasta el próximo lugar en la vida.
¿Qué quiero decir con esto? Solamente que mucha gente espera que otros les hagan todo, de modo que nunca saben. Tendrán que regresar en otra existencia para encarar los sueños que son sus limitaciones.
Todos los lectores tienen sueños que están suspendidos en el alma. ¿Por qué no pudisteis ver la luz? ¿Por qué no tuvisteis la visión? ¿Por qué no pudisteis curaros vosotros mismos? ¿Qué hay de todos esos milagros mitológicos que grandes maestros ejecutan en lugares lejanos? Existen. ¿Por qué no podéis hacerlos? Porque queréis dar un salto largo partiendo desde allá afuera para llegar adentro hasta la luz. ¿Y sabéis qué más he observado en cuanto a vuestro comportamiento? Si no veis la luz, juraréis que sí, sólo para no quedar mal con vuestros amigos.
Queréis pasar por alto todos los sueños que os llevarían allá. ¿Sabéis lo que os ha pasado, entidades que creáis ilusiones y fantasías que son verdaderamente un éxtasis? Ahora he creado un sueño para vosotros -ir a casa,* iluminación. ¡Y habéis colocado este sueño al frente de todos los otros y estáis más atascados que nunca antes! Tenéis que ir más allá de todo eso para regresar al punto crucial de enfrentaros a vuestros sueños originales.
N. del T. Cuando Ramtha usa la expresión 'going home', quiere decir regresar a Uios, el lugar de donde venimos.
Así que manos a la obra.
El primer mensajero que encontraréis después de trabajar con este material es para aquellos que no están conscientes de sus limitaciones.
Ahora, cuando yo digo limitaciones, no me refiero a situaciones como cuando tenéis las manos atadas y por lo tanto hay limitación de movimiento. Estoy hablando de las limitaciones creadas porque habéis sobrecargado vuestra alma con deseos, sueños y dificultades emocionales, hasta el punto que no sabéis cómo empezar a desenmarañar todo ese lío. Pronto encontraréis una persona que os permitirá ver vuestro primer sueño irrealizado claramente; así sabréis cuál es vuestra primera limitación.
Esta experiencia consta de tres partes, y es para aquellos que han perdido de vista su primera limitación, su primer sueño irrealizado. (De modo que encontraréis tres mensajeros que forman parte de esta experiencia).
La primera persona representará vuestro sueño irrealizado. Este personaje será muy ostentoso; hará alarde de su posición en la vida, de cómo lograr el sueño, de su riqueza, de cuánta comida tiene, cuánta tierra posee, de lo que va a comprar. No podréis pasar por alto a esta persona, pues será demasiado obvia.
El segundo aspecto de esta experiencia será una invitación esta persona a engancharse. Cuando digo engancharse, quiero decir que ella dirá: "Ven y baila en mi barco de luz". En otras palabras, se os abríra una puerta que os dará la oportunidad de experimentar vuestro sueño Para hacer que el próximo aspecto de esta experiencia suceda debisteis haber ido con el individuo que encontrasteis. Acto seguid encontraréis una persona que abrirá la puerta, algo así como un conserje. Esto sólo puede suceder si reconocéis el espejo que sostendrán frente vosotros y veis la puerta.
Hay una condición: tenéis que aceptar y abrazar. A propósito ¿sabéis que es abrazar? Algunos de vosotros lo llamáis envidia.
Ya conocéis esas emociones, los celos y la envidia. "Eh, ese fulano. ¿Quién se cree que es? ¿Dios?" Y lo que realmente estáis diciendo es: "Yo simplemente Soy, y él tiene todo lo que yo quiero".
Tenéis que aventuraros un poco para poder cumplir este sueño yo simplemente os estoy dando una mano en esta realización.
Ahora, hay algunos que dicen: "Dámelo simplemente; dámelo y callate". Yo sé cómo pensáis, y os tengo preparada una pequeña experiencia especial. Vais a obtener lo que deseáis. Y sólo cuando os deis cuenta de que haber obtenido lo que queríais no os ha hecho felices, empezaréis la otra experiencia de hacer un sueño realidad.
La independencia financiera
llega al desencadenar el genio en lo que sois.
Toda entidad que ha ganado su oro lo ha hecho a través de una cosa rara llamada sentido común; eso es lo que yo llamo genio. Y es el genio lo que también lleva de regreso a Dios.
¿Qué estáis buscando? Puedo ayudaros a encontrarlo, pero no puedo obligaros a conservarlo. Decidme cuánto oro queréis y os diré que esa cifra nunca será suficiente. Siempre querréis más.
Enseñaros a manifestar es parte de lo que vamos a hacer aquí. Pero no podéis empezar a manifestar hasta que reconozcáis por qué no podéis hacer que suceda ahora mismo. Estos primeros mensajeros tienen como finalidad iniciar el viaje. Después de eso, viene una especie de "turbulencia", porque lo que quiere deciros es que tenéis que asumir la responsabilidad de la luz que está escondida adentro. Para conseguir lo que queréis es imperativo hacer realidad todos vuestros sueños.
Una vez le pregunté a un grupo de gente reunida en un salón qué querían. Y todos dijeron: "Ser Dios y ser ricos".
Entonces vamos al grano. Queréis dinero; yo lo llamo oro, pero debemos aclarar este punto ahora mismo. Vuestro gobierno ya no llama oro al dinero, no desde que la Decimosexta Enmienda a vuestra Constitución permitió la implementación de los impuestos y los banqueros internacionales dieron vida a la Reserva Federal.
Apuesto a que pensáis que porque dice
"Federal" es propiedad de vuestro gobierno.
Bueno, no lo es. La Reserva Federal es propiedad de un grupo de personas que, durante miles de años, han creado la guerra para obtener poder por medio de dogmas religiosos. Son los mismos que ya no usan el oro para patrocinar vuestros dólares, porque vuestro país no posee oro suficiente para respaldar el papel. Y son estos individuos soberanos los que controlan vuestros gobiernos en todo el mundo. Ellos deciden cuánto vale vuestro papel. No sois vosotros los que producís la inflación o la deflación; vosotros no hacéis que las acciones suban o bajen. Eso lo hacen los que controlan el mundo por medio del dinero.
De modo que yo prefiero el oro por encima de todos vuestros dólares, porque, en un abrir y cerrar de ojos, vuestro papel puede ser inservible. Y el oro, que es un metal tierno, brillante y maravilloso, cuya belleza y rareza han adornado a reyes, nobles, a los ricos y, a veces aun a los pobres, siempre ha conservado su valor.
El oro es un metal sensible; se regala por amor y afecto porque es suave. El metal suave absorbe las frecuencias emocionales que están por fuera del cuerpo físico. Vuestro oro ha conservado su valor emocional por siempre. Poneos el pectoral de un rey y en contados momentos sentiréis la gloria, porque su emoción, su gloria, su actitud de superioridad al usarlo, están todas encerradas en el metal.
Si veis la máscara de un desaparecido faraón, mirad profundamente a los ojos negros y apagados y a la nariz finamente marcada y veréis la tragedia, conoceréis la majestuosidad, porque la cara grabada en oro emana la totalidad del ser que la llevaba puesta.
Entonces, ¿el oro ha conservado su valor por tanto tiempo sólo porque es brillante, amarillo y bello? No. El oro es un metal imparcial; no establece el odio, ni el anhelo de poder, ni el amor, ni la pasión, ni la traición. El simplemente almacena la emoción. En otras palabras, el oro es el alma de todos los otros metales.
Más bien que dar credibilidad a esta engañosa ilusión de vuestro papel moneda, me referiré a vuestra búsqueda de la independencia financiera desde el punto de vista del oro. Porque cuando tenéis oro en vuestras manos, os volvéis inmortales con esa energía.
A propósito, el oro más grandioso que podáis obtener ha sido derretido y bloqueado, y nadie lo posee. Es así como se le puede transmitir poder y reacción emocional al metal.
Pero regresemos a vuestro gobierno un instante, pues en lo que respecta a estos asuntos, os halláis en una posición muy precaria.
Habéis estado en una ignorancia flagrante en cuanto al origen de vuestro dinero.
¿Se os ha ocurrido alguna vez que vuestro dólar
podría perder su valor, sin importar cuánto
tengáis en la caja fuerte?
¿Se os viene a la mente que hay gente
en altas posiciones que controla
el poder del mundo?
Sois falibles porque habéis estado en necesidad e ignorancia. Podéis acumular enormes cantidades de papel en un banco, pero si el papel carece de valor, ¿qué vais a comer? ¿El papel?
Le habéis cerrado las puertas a vuestro entendimiento respecto de otras posibilidades. Si dinero es todo lo que queréis, entonces vais a morir infelices; os lo aseguro. Porque el dinero no valdrá nada cuando el espíritu llame al alma para que salga del cuerpo y paséis de este tiempo y espacio, de este mundo controlado por ecuaciones matemáticas. ¡El oro no servirá de nada!
Pero ahí es donde ha estado vuestro corazón; sois muy santos hasta cuando el dinero entra en juego. Los picaros que os han gobernado como una nación y que os han esclavizado por medio de creencias han dicho que nacéis en pecado desde la cuna. Bueno, no es así. Solamente necesitáis. Nacéis divinos. El legado más grande que yo os dejaré para toda la eternidad no ha cambiado. Ya sea que coloque las consonantes en el lugar correcto o no, o si coloco los verbos al principio de la frase y los sustantivos al final, el mensaje está claro.
Vosotros y el Padre sois uno. Y la vida que lleváis, que respiráis, que impregnáis con vuestra existencia, es SU amor llamado gracia. El reino de los cielos está dentro de vosotros. No está en vuestros castillos, ni en vuestro dinero, ni en vuestra ignorancia. Está dentro de vosotros.
Y me decís: "Eso no es nada nuevo".
Claro, no es nuevo para vosotros. Pero sólo unos cuantos preciosos entre vosotros lo han vivido. Escuchad: Es nuevo cuando lo aceptéis internamente y vuestra voluble mente se abra y permita que el poder interno actúe. Ese es mi gran legado que va más allá de vuestras cuentas bancarias y va más allá de todo lo que deseéis tener en los bancos. Cuando busquéis aceptar el reino interior impecablemente y por encima de todo lo demás, y cuando viváis esa verdad en medio del fuego, entonces todo lo demás estará a la vista.
Aquí es cuando decís: "Pero todavía necesito ayuda; no creo que Pueda hacerlo solo".
Sé que muchos sois tullidos, siempre lo habéis sido. Sois los que no tienen Dios que habéis estado muertos porque nunca habéis vivido.
Sois los que no tienen Dios porque nunca habéis conocido al Dios interior, y nunca habéis vivido pues realmente no vivís si no conocéis al Dios interior.
Para sobrevivir simplemente habéis estado revolcándoos dentro de vuestra ignorancia. Habéis estado tratando de sacar la cabeza por encima del temor, las amenazas y la intimidación. Habéis estado bregando a salir de vuestros aprietos a como dé lugar, pero de ese modo nunca podréis salir de ellos, porque verdaderamente nunca habéis vivido. Cuando estáis sin Dios, vuestros únicos medios de supervivencia son el arañazo, la mordida, la camorra, el picotazo, el desprecio, la envidia y la destrucción maliciosa de todo lo que refleja vuestra carencia.
El hombre rico vive en una torre con paredes forradas en oro, tapetes persas y cubiertos de oro. Sus cuartos huelen a lavanda, agua de rosa. De su fuente fluyen fragancia y jazmín, mientras cena con faisán, pescado, higos, frutas y toda clase de cosas maravillosas. Pero se sienta allá y todavía no es feliz.
Y luego tenemos al hombre que no posee ninguna de estas cosas. Pan rancio, agua y confituras son un manjar para él en ocasiones especiales. Sobre su espalda lleva ropa áspera y a duras penas tiene una cama para dormir, pero, no obstante, allí hay gozo. Y cuando pasa por el palacio, no desprecia ni envidia al rico, sino que lo ama como a un semejante. Y sus días no son una horrible experiencia de supervivencia, sino más bien una oportunidad para ser un rayo de luz, para aceptar, ejecutar, amar, ser libre y estar vivo.
Yo puedo cambiar los papeles y hacer que el hombre pobre sea envidioso, despreciable, un chismoso malicioso. Puedo hacer que el hombre rico despierte en alegría, pero sería en virtud de la emoción que está vivo. Estar con vida y encontrar gozo no son el resultado de lo que uno posee en el sentido material.
El legado que yo os he enseñado durante los últimos diez años no ha cambiado, porque representa el cenit de una vida que pasa de un réquiem de sueño hacia un gran entendimiento.
Cuando sois dueños de lo que
está dentro de vosotros,
lo que está afuera ya no importa.
Cuando analizo lo que perseguís, el logro de una independencia financiera, veo que sois valientes, intrépidos y admirables. ¿Por qué digo eso? Porque los demás os han censurado por desear el oro y de algún modo han intentado acomodar esa censura dentro de lo que ellos llaman el plan de Dios.
Esta controversia acerca del oro y Dios es la misma ignorancia que no os ha permitido aceptar vuestra herencia. ¿Está Dios libre de la maldad del hombre y del peligro que representa el dinero?
Todo es Dios. ¿Cómo podéis decir que el oro no existe? ¿Cómo podéis decir que no es un sinónimo de la vida? El oro es únicamente el conducto de la emoción. Y es el intercambio de esa energía emocional la inversión que os permite seguir adelante.
¡Despertad! Los que manejan el mundo, lo manejan por medio del dinero, porque éste es poder. Un hombre acaudalado es poderoso, y desea riqueza porque le proporciona poder. Poder es lo que él busca y la religión ha sido el peón en el tablero. Y las iglesias son parte de las entidades más ricas del mundo.
Todas las guerras se han peleado por una creencia religiosa. ¿Cuál Dios va a ganar?
Las gentes a las que llamáis irlandeses se llamaban antiguos escandinavos en mis días. Eso fue cuando el sol penetró y llegaron las heladas. Los irlandeses masacran seres humanos y lo justifican con el pretexto de que es una guerra santa. Pero es el poder que camina detrás de la creencia religiosa lo que ha consumado el montaje con el fin de deteriorar el sistema y así ganar control.
Si comprendéis el lado oscuro del oro, entonces podéis entender la luz que saca a relucir las sombras. El oro, el poder y la religión han constituido una inicua combinación a través de vuestra historia, porque toda creencia religiosa está manchada con la sangre de los que conquistaron para establecerse.
Todo el oro que han obtenido yace en bóvedas, pero Dios, que es la vida, la inteligencia, el por siempre jamás, es la vida que ha dado origen al oro; es el pensamiento coagulado de Dios. Así como lo son vuestros dólares; así como lo sois vosotros. No hay diferencia.
La ignorancia ha mantenido oprimido al hombre en un abyecto estado de dependencia y necesidad. Y en algún lugar allá adentro habéis marcado una división entre Dios que es espiritual y el oro que es dinero. Algunos de vosotros pensáis que de hecho hay alguna línea divisoria entre el oro y Dios. Y si estáis dentro de los que piensan así, sois, no solamente hipócritas, sino que os estáis autodestruyendo, porque los poderosos están acumulando el oro en nombre de Dios.
Y el político hipócrita que dice que el hombre es malo si busca la riqueza, pero es divino si busca a Dios, está codiciando el oro que le dé el poder para reinar sobre los ignorantes.
Nada de eso es malo; es simple y llanamente la manera como lo habéis prescrito.
Pero el que condena el oro, condena a Dios. Porque, ¿de dónde viene el oro? ¿De qué está hecho? ¿Qué le da la vida? No es ni siquiera el oro en sí mismo, sino la actitud que se asume ante él lo que lo ha hecho tan valioso. El oro no es malo. Todo lo que tenéis que hacer es mirar a vuestro alrededor y daros cuenta de que todo vino de Dios, y el único que controla esa realidad es el Padre que está dentro de vosotros.
Si toda vida es Dios,
entonces vuestro oro también lo es.
¿Y qué tiene eso de malo? Vosotros lo habéis convertido en malo por medio del pensamiento limitado y la actitud que hay detrás de ese pensamiento. Y de eso trata este libro. Ya habéis oído: "Vosotros sois Dios" y "El Padre está adentro". Pero hasta ahora no os ha servido para nada, porque todavía tenéis la mano extendida para pedir, desear, necesitar. Sois infelices porque no tenéis suficiente.
¿Cuándo tenéis suficiente para estar llenos adentro? Nunca. Hay que admiraros por abordar este tema y continuar leyendo; dice mucho sobre vuestro coraje, vuestro interés en vosotros mismos y vuestras necesidades. Y si no comprendéis el legado más grande de todos y solamente queréis, no tiene nada de malo.
Tarde o temprano abrazaréis la necesidad más grande: conocer a Dios. La necesidad más grande es abrazar a Dios, vivirlo hasta que veáis que la necesidad es una limitación y que la libertad para existir en armonía con toda la vida procede de adentro.
Un maestro no deja huellas en los últimos días antes de llegar a ser Cristo. Pero por ahora, con todo el oro que llevéis puesto alrededor del cuello o el que llevéis en vuestros bolsos o billeteros, vuestras huellas están muy marcadas. *
Es importante que razonéis sobre lo que estoy diciendo, porque todo ello, si lo razonáis, hará realidad el sueño que tenéis, porque el conocimiento, no los rituales, es iluminación, lo cual significa estar en conocimiento de.
¿Cómo reconocéis la verdad?
Cuando sacude vuestras cajas.
Cuando en un momento me despreciáis por algo que dije, pero que era dolorosamente cierto, y me amáis en el siguiente momento porque leísteis algo que os exaltó y que queríais que fuera cierto.
Así es como sabéis la verdad.
Reaccionáis ante ella.
Durante muchos años algunos de vosotros habéis oído que Dios el Padre y el Reino están dentro de vosotros, pero todavía no lo entendéis. Eso no tiene nada de malo; tarde o temprano lo asimilaréis.
Os daré una verdad muy simple y profunda.
Un sueño no hecho realidad es una limitación para llegar a ser Cristo.
Miraos a vosotros mismos: Tenéis todas esas ilusiones, sueños de lo que queréis hacer y tener. Tenéis que sentiros importantes, queréis seguridad, queréis sentiros a las mil maravillas. Vuestra lista de deseos va desde una cirugía plástica hasta poseer abundante tierra y la casa de vuestros sueños. Deseáis comida para cuatro años y la educación de los hijos pagada. Queréis almacenar todo cuanto hay, para así poder sentaros relajados a comer bizcochos con mermelada, limpiaros los dientes, mirar la puesta del sol y decir: "Aleluya".
Todas esas cosas conforman las capas del núcleo del sueño; y pensáis que el dinero está en el núcleo de vuestras necesidades. Eso es lo que tenéis en común con todas las otras personas que leen este libro; eso es vuestra conciencia colectiva. Pensáis que el dinero es la respuesta a todas vuestras oraciones. Algunos de vosotros hasta compraríais el amor para uno o dos días con dinero.
En vuestra conciencia el sueño de no tener dinero es una limitacón.
Es pensamiento limitado. Mientras ese pensamiento permanezca dentro de vosotros, nunca llegaréis a ser Cristo. Y llegar a ser Cristo es el épico destino del hombre.
"Es como si el mundo y todas
sus posibilidades estuvieran esperándonos para..."
"¿Sí?"
"Crearlas, darles vida".
"¿ Qué nos impele a crear ciertas realidades
y a descartar otras?" preguntó Valeriee.
Pensé la respuesta antes de contestar.
"No estoy seguro, pero creo que
tiene algo que ver con lo que la persona cree
que es cierto... real".
"Creo que una persona ve o 'crea'
lo que cree, o sea lo que realmente cree,
no simplemente lo que desea que sea cierto.
Muchas personas desean ser ricas.
Pero los que verdaderamente
creen que merecen ser ricos, lo son".
El truco de la luz
Réquiem por un soñador
¿No os dais cuenta de que creáis el destino ante vuestras narices? ¿No sabéis que lo que deseáis con vehemencia, lo que envidiáis, lo que queréis, lo que necesitáis, lo que soñáis es destino no hecho realidad? ¿Y no sabéis que es cuando esos destinos se vuelven realidad cuando os liberáis de ellos?
Una manifestación ante vuestras caras no es un milagro de manifestación: ¡es un milagro de alivio!
Porque cuando el sueño es una realidad, entonces ya no os mortifica. Solamente deja de esclavizaros cuando se convierte en realidad y, al momento de manifestarse en el mundo material, os abandona.
Os he estado enseñando "todos estos años" que el sendero hacia el Reino de Dios es un Sendero Interior; se llama el sendero del Gozo.
Podéis correr de acá para allá muertos de la risa como unos tontos diciendo: "En verdad, yo soy Dios", pero eso no os liberará de los sueños que todavía están enterrados en el corazón, aun cuando tratéis de desecharlos.
No podéis desechar los sueños irrealizados. El hacerlo valiéndose de dogmas espirituales de los que no se ha obtenido sabiduría se llama hipocresía piadosa. Nadie entendió lo que yo dije. Nadie se dio cuenta de lo que significaba el mensajero*: ¡Gozo! ¿Cómo se ve el sendero? De pronto usé mis frases "en verdad", "que así sea" demasiadas veces.
N.T Los mensajeros son seres, pensamientos, visiones o sucesos de los que se vale Ramtha para mostrar a su auditorio algunas verdades o para reforzar una enseñanza.
Ahora lo estoy aclarando.
El sendero se llama gozo del yo. Pero en realidad no habéis considerado eso; más bien habéis brincado al sendero de alguien más. Sois, en conjunto, busca-senderos, busca-gurús, seguidores de maestros.
Y nunca aprenderéis hasta que miréis
hacia adentro y sepáis.
El sendero hacia el Reino de los Cielos está adentro y se llama gozo. Leed cuidadosamente ahora, esto es importante; aquí estamos hablando de cómo se crea vuestro destino.
Cuando interiormente abracéis vuestros
sueños que resultan en limitación
y dentro de vuestra
alma los hagáis florecer,
se harán una realidad delante de vosotros.
Lo que se acepta con emoción en el alma,
se manifestará.
Se llama destino. Y, en este plano, el destino lo controlan el tiempo, la distancia, el espacio y la velocidad de la vida. Estáis en un flujo de tiempo.
Vuestra mente está en el futuro, vuestras emociones en el ahora y vuestro cuerpo en el pasado. Así es como vivís.
Ahora, echemos un vistazo a las capas de la superficie de vuestras vidas. ¿Qué son? Aquí va un ejemplo. Decís: "Quiero hacerme cortar el cabello, pero no puedo porque mi amante lo adora. Pero si lo hago cortar, la gloriosa corona de Dios, no solamente seré una pecadora, sino que mi amante/esposo buscará otra". De modo que laváis y peináis vuestro cabello con una ráfaga de viento.
¿Qué clase de sueño es ese?
El sueño que se esconde detrás de aquella afirmación es-"Quisiera librarme de este cabello". Pero lo que os retiene es: "Me temo que ya no me amarán si hago lo que yo deseo". De modo que el sueño original permanece en el alma sin realizarse. ¿Comprendéis?
¿Qué hay del artista que tiene la capacidad para trabajar con un gran talento creador? El sabe que si tuviera una oportunidad, su ingenio podría crear mucho más, pero tiene miedo de mostrar su genio creativo porque podría ser una amenaza para él; creo que lo llamáis política. Así que prefiere vivir con un talento latente que no se usa. ¿Veis? Después de todo se supone que no deberíais hacer olas; no debéis ensuciar el agua.
Luego tenemos a la mujer que vive con su esposo, pero en su corazón no siente ninguna pasión. En secreto desea ser libre para ir adonde le plazca, comer y acostarse cuando ella quiera, más bien que cuando se lo ordenen. Pero no le da rienda suelta a su deseo, porque su esposo es su proveedor. ¿Qué dirían sus hijos si ella se fuera? ¿Qué le sucedería? Ella piensa que si se va, la mortificaría un gran sentimiento de culpa. De modo que se convierte en una vieja oprimida.
Sueños irrealizados.
Nunca llegaréis a ser el Señor Dios de vuestro Ser mientras estéis atados a la infelicidad.
Observo que muchos soñáis con tener una idea propia, ser una persona creadora, ser inventivo, lograr un invento que sea apreciado en todo el mundo. Pero la falta de oro inhibe el sueño. De modo que regresáis a la rutina del trabajo y vivís como un genio frustrado, mientras vuestro sueño se queda suspendido por encima de vosotros.
Y hay algunos entre vosotros que sinceramente desean ser infelices. Realmente queréis ser desdichados, despreciables y detestables, así como vuestras fantasías, bajas e intolerantes. Realmente quisierais ser todas esas cosas, pero no os atrevéis a serlas, porque: Dios mío, ¿qué pensaría la gente? ¿Yo? ¿Infeliz?" De modo que escondéis vuestros sentimientos más recónditos y fingís una sonrisa. Y os volvéis hipócritas; queréis ser infelices, pero nadie dijo que eso no tiene nada de malo. En vuestra cultura es algo prohibido; ¡hay que ser feliz!
Hay muchas emociones que no se pueden expresar en vuestra cultura. ¿Por qué pensáis que a vuestros psiquiatras les va tan bien? ! Porque lo inexpresable tiene que ir a buscar a alguien que le hable! Y después de años y años de repetir los mismos argumentos todavía no sois felices. ¿Sabéis por qué? Porque el psiquiatra nunca dijo: "No tiene nada de malo, ve y sé despreciable".
Y hay otros entre vosotros que desean ser felices, pero se aferran a todas las razones por las que no lo son. Queréis ser bellos, pero cada vez que miráis en el espejo odiáis lo que veis. Queréis ser esbeltos, pero coméis hasta la saciedad cada vez que pensáis en ello. Queréis reír y ser felices, pero se considera vulgar.
Esa es la dualidad.
Lo deseáis,
pero pensáis que no lo merecéis.
Vivís en una dualidad, así que los sueños y deseos cuelgan del alma como una confusión. Y lo que inevitablemente sucederá es que terminaréis como la mayoría de vosotros ahora: corriendo como locos para encontrar a alguien que os proporcione equilibrio y propósito en la vida.
Necesitáis, queréis tener a alguien con quien compartir esta miseria, para que ese alguien lleve el peso de la confusión y de la herida. Queréis a alguien que aguante la actitud psicótica pero que se siente allá, os sonría y diga: "Eres maravilloso. Maravilloso. Maravilloso".
Eso se llama echarle la culpa a otro.
Hay muchos otros ejemplos de vuestros sueños irrealizados que están suspendidos por encima de vosotros.
Espero que ya habréis comprendido que no estoy hablando de vuestros sueños nocturnos durante los cuales caballeros en armaduras brillantes galopan por aguas claras y a través de campos cubiertos de amapolas y margaritas para encontrar a la mujer cuyo cabello llega hasta el suelo y lleva puesta una faja suelta. ¡No estoy hablando de esos sueños!
El gozo no se puede definir en términos de vuestras leyes; va mucho más allá de ellas. El gozo es lo que habéis perdido. Vivís en lo que la civilización llama "estilos de vida prudentes", pero tenéis más crímenes, vicios, violaciones y comportamiento repugnante que nunca antes.
Y está el soldado que usa su lengua para acabar con la inocencia de otro. Sin embargo, a vuestra sociedad se le llama moderna, cristiana, temerosa de Dios. ¡Deberíais sentir miedo de algunos de esos Dioses!
El gozo es el alivio de la represión.
Es lo que os permite trascender,
ser lo que queréis ser.
Sólo se necesita un momento para
llegar a ese lugar en donde
el sueño no os esclaviza.
Y hay un gozo que llega en ese momento de alivio. Una vez dije: "Abriré vuestras puertas y limpiaré vuestros armarios, vuestras almas, con una cosa brillante y pulida: el gozo".
La falta de gozo es la razón por la cual estáis refunfuñando en el oscuro pantano y viviendo vidas despreciables, porque los sueños que habéis guardado en los armarios han debido ser el catalizador de la experiencia que resulta en gozo.
"Estás viviendo con tu cerebro y no
con tus sentidos. Ellos, despejados e intactos,
son la brújula del alma. Vives en el pasado,
viendo lo que quieres ver.
Ves el mundo a través de ojos sin vida ".
El truco de la luz
SER UN CRISTO CONSISTE EN VIVIR LO QUE SOIS
¿Qué es la realidad?
¿Qué yace delante de vosotros y provoca vuestros sentidos? Ya sabéis, el tacto, el olfato.
La emoción es el poder verdadero, la coagulación de una manifestación que adorna los sentidos. Eso es la realidad. Sin emoción no hay sentidos; sin emoción, no hay nada.
¿Sabéis lo que significa estar bloqueado? El bloqueo ocurre cuando lo que deseáis no se realiza. Y decís: "Estoy bloqueado". ¿Por qué estáis bloqueados? Porque hay un sueño sentado allá, un sueño de una aventura en potencia que todavía no habéis aceptado.
¿Por qué creéis que yo llamo a Yeshua Ben Joseph un Cristo noble? ¿Qué significa esa palabra noble? Virtuoso y noble. De noble virtud. ¿Qué quiere decir eso? La calidad de un Cristo no implica la supresión de lo que sois; quiere decir vivir lo que sois, hasta que eso os deje libres. Mientras más sueños convertís en realidad, más “espacios vacíos" tenéis adentro; sólo entonces hay espacio para ver la luz.
Un ser de noble virtud es el que ha vivido todas sus limitaciones, es decir, todos sus sueños. Y cuando esos sueños desaparecen, se van, en ese momento él llega a ser un Cristo. Y cuando camina, no deja huellas, porque ya no hay nada qué dejar. Todas las cosas lo han dejado libre. ¿Comprendéis? Si no entendéis esto, vais a correr detrás de muchos maestros con las manos extendidas, con la esperanza de llevar puesto vuestro talismán o cualquier cosa que se necesite para ser bendito ese día, y vais a sufrir una gran desilusión.
Vosotros parecéis deslumbrados por todos aquellos que parecen tenerlo todo. Sí, ¡hasta os postráis delante de ellos! ¿No sabéis que lo tenéis todo? No es que algunas entidades especiales vinieron, vivieron aquí y luego fueron resucitados. Ellos entendieron que el camino para regresar a casa y el camino para llegar al reino más grandioso de todos es por medio del Dios interior. Ese es el sendero que abre el poder para llegar a ser todas las cosas.
¿Por qué creéis que Yeshua ben Joseph, el Cristo, se fue al desierto para ser tentado por Satanás durante cuarenta días? ¿Quién era Satanás? Era su ego falso. ¿Y cuál era la tentación? Ser lo suficientemente poderoso para reinar sobre el mundo. Durante esos días en el desierto, Yeshua vió frente a El las ciudades de Persia, Roma y Etiopía; vió a Mesopotamia y a los hititas; y vió a los formidables egipcios. Cada reino se le vino a la cara porque eso era lo que estaba ahí para que lo experimentara.
El Satanás interior es el ego falso en su necesidad.
Cristo los vió a todos y abrazó interiormente a cada uno de ellos; los saboreó; se convirtió en ellos y en cuarenta días lo dejaron tranquilo. ¿Cuál era el sueño? La tentación. ¿Y qué es la tentación? Es el sueño reprimido. Cuando volvéis realidad vuestros sueños, cuando os enfrentáis a ellos y los poseéis como sabiduría, entonces ya no son una tentación. Sólo entonces desaparecen esos bloqueos internos.
¿Qué es perdonar al que llamáis pecador? Es comprender que hay limitaciones, sueños que deben ser poseídos como sabiduría para poder liberarse de ellos. ¿Comprendéis? ¿Por qué fue esto necesario para Yeshua Ben Joseph? Porque sin ello, maestros, no habría podido ser lo que deseaba ser sobre todas las cosas. Y su reino no era de este mundo.
Ahora, ¿cuál es la diferencia entre vosotros y él?
La motivación. Vosotros preferís afligiros, blasfemar, ser desdichados, sentiros limitados y correr en círculos persiguiendo la cola como el gato, en vez de pasar un momento en reconocimiento de quién sois. Porque carecéis de la motivación para encontrar el gozo.
Ahora bien, ¿qué tiene que ver esto con las finanzas? Todo. Todos los que leen este libro tienen un deseo obsesivo de dinero. Si os diera un regalo resplandeciente, brillante y hermoso, caería en una mano que es maliciosa, infeliz y miserable y la energía de esa sola mano cambia el poder.
Se os pueden abrir las puertas de la oportunidad, pero si no estáis motivados, ¿qué os va a impulsar a poneros de pie y entrar por la puerta? preferís estar sentados y gemir y llorar porque no sucedió nada.
Ahora, yo he hecho cosas maravillosas, pero ya sé que no dejo huellas. Os daré el poder del conocimiento y un fuerte viento a vuestras espaldas como motivación. Pero únicamente vosotros podéis llevarlo hacia adentro y enfrentaros a esos sueños. Yo no puedo obligaros a hacerlo. Hay mucha gente en este mundo que no sabe absolutamente nada de lo que sucede en vuestro gobierno y en el mundo en general. Son seguidores y lamentadores. Hay personas que, por su ignorancia, dependen totalmente de alguien más para que tome todas las decisiones de sus vidas; carecen de vigor. Son más bien como una burbuja, esperan a que alguien los empuje y los mueva hasta el próximo lugar en la vida.
¿Qué quiero decir con esto? Solamente que mucha gente espera que otros les hagan todo, de modo que nunca saben. Tendrán que regresar en otra existencia para encarar los sueños que son sus limitaciones.
Todos los lectores tienen sueños que están suspendidos en el alma. ¿Por qué no pudisteis ver la luz? ¿Por qué no tuvisteis la visión? ¿Por qué no pudisteis curaros vosotros mismos? ¿Qué hay de todos esos milagros mitológicos que grandes maestros ejecutan en lugares lejanos? Existen. ¿Por qué no podéis hacerlos? Porque queréis dar un salto largo partiendo desde allá afuera para llegar adentro hasta la luz. ¿Y sabéis qué más he observado en cuanto a vuestro comportamiento? Si no veis la luz, juraréis que sí, sólo para no quedar mal con vuestros amigos.
Queréis pasar por alto todos los sueños que os llevarían allá. ¿Sabéis lo que os ha pasado, entidades que creáis ilusiones y fantasías que son verdaderamente un éxtasis? Ahora he creado un sueño para vosotros -ir a casa,* iluminación. ¡Y habéis colocado este sueño al frente de todos los otros y estáis más atascados que nunca antes! Tenéis que ir más allá de todo eso para regresar al punto crucial de enfrentaros a vuestros sueños originales.
N. del T. Cuando Ramtha usa la expresión 'going home', quiere decir regresar a Uios, el lugar de donde venimos.
Así que manos a la obra.
El primer mensajero que encontraréis después de trabajar con este material es para aquellos que no están conscientes de sus limitaciones.
Ahora, cuando yo digo limitaciones, no me refiero a situaciones como cuando tenéis las manos atadas y por lo tanto hay limitación de movimiento. Estoy hablando de las limitaciones creadas porque habéis sobrecargado vuestra alma con deseos, sueños y dificultades emocionales, hasta el punto que no sabéis cómo empezar a desenmarañar todo ese lío. Pronto encontraréis una persona que os permitirá ver vuestro primer sueño irrealizado claramente; así sabréis cuál es vuestra primera limitación.
Esta experiencia consta de tres partes, y es para aquellos que han perdido de vista su primera limitación, su primer sueño irrealizado. (De modo que encontraréis tres mensajeros que forman parte de esta experiencia).
La primera persona representará vuestro sueño irrealizado. Este personaje será muy ostentoso; hará alarde de su posición en la vida, de cómo lograr el sueño, de su riqueza, de cuánta comida tiene, cuánta tierra posee, de lo que va a comprar. No podréis pasar por alto a esta persona, pues será demasiado obvia.
El segundo aspecto de esta experiencia será una invitación esta persona a engancharse. Cuando digo engancharse, quiero decir que ella dirá: "Ven y baila en mi barco de luz". En otras palabras, se os abríra una puerta que os dará la oportunidad de experimentar vuestro sueño Para hacer que el próximo aspecto de esta experiencia suceda debisteis haber ido con el individuo que encontrasteis. Acto seguid encontraréis una persona que abrirá la puerta, algo así como un conserje. Esto sólo puede suceder si reconocéis el espejo que sostendrán frente vosotros y veis la puerta.
Hay una condición: tenéis que aceptar y abrazar. A propósito ¿sabéis que es abrazar? Algunos de vosotros lo llamáis envidia.
Ya conocéis esas emociones, los celos y la envidia. "Eh, ese fulano. ¿Quién se cree que es? ¿Dios?" Y lo que realmente estáis diciendo es: "Yo simplemente Soy, y él tiene todo lo que yo quiero".
Tenéis que aventuraros un poco para poder cumplir este sueño yo simplemente os estoy dando una mano en esta realización.
Ahora, hay algunos que dicen: "Dámelo simplemente; dámelo y callate". Yo sé cómo pensáis, y os tengo preparada una pequeña experiencia especial. Vais a obtener lo que deseáis. Y sólo cuando os deis cuenta de que haber obtenido lo que queríais no os ha hecho felices, empezaréis la otra experiencia de hacer un sueño realidad.
La independencia financiera
llega al desencadenar el genio en lo que sois.
Toda entidad que ha ganado su oro lo ha hecho a través de una cosa rara llamada sentido común; eso es lo que yo llamo genio. Y es el genio lo que también lleva de regreso a Dios.
¿Qué estáis buscando? Puedo ayudaros a encontrarlo, pero no puedo obligaros a conservarlo. Decidme cuánto oro queréis y os diré que esa cifra nunca será suficiente. Siempre querréis más.
Enseñaros a manifestar es parte de lo que vamos a hacer aquí. Pero no podéis empezar a manifestar hasta que reconozcáis por qué no podéis hacer que suceda ahora mismo. Estos primeros mensajeros tienen como finalidad iniciar el viaje. Después de eso, viene una especie de "turbulencia", porque lo que quiere deciros es que tenéis que asumir la responsabilidad de la luz que está escondida adentro. Para conseguir lo que queréis es imperativo hacer realidad todos vuestros sueños.
Independencia Financiera
RAMTHA
Juan Rendón
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