miércoles, 25 de julio de 2007

LAS GRANDES CORPORACIONES QUE SE ADUEÑAN DE LA RED AMENAZAN CON OFRECER UN SERVICIO PARA RICOS Y OTRO PARA POBRES

El futuro de Internet, otro debate ignorado por la gran prensa. A través de 2005 y de 2006 se desarrolló una gran discusión subterránea respecto al futuro de Internet. Más recientemente llamada «neutralidad de la red», la contienda se ha convertido en un tira y afloja: en una punta de la cuerda están las compañías de cable y en la otra, los proveedores de Internet (Internet Service Provider, ISP) y los consumidores.
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Sin tomar en cuenta importantes propuestas legislativas y decisiones de la Corte Suprema a lo largo de 2005, la polémica cuestión ha sido completamente ignorada como información de prensa hasta 2006 [1]. Y excepto la cobertura ocasional de Kudlow y Kramer en CNBC, hasta esta fecha (junio 2006) las cadenas de televisión continúan ignorándola [2].

La poca cobertura sobre este conflicto fue minimizada como una forma de regulación, pero en este caso el término "regulación" resulta un tanto engañoso. Los grupos que abogan por la "neutralidad en la red" no están promoviendo ninguna regulación en los contenidos del Internet. Más bien desean un mandato legal que obligue a las compañías de cable a otorgar acceso libre a sus líneas de cable, en la modalidad llamada “acuerdo de vehículo común” (en inglés, “common carriage”). Este modelo, ya usado para la Internet de discado manual, es el tipo de servicio que desean mantener los proveedores ISP. También desean asegurarse de que las compañías de cable no puedan suprimir o interrumpir los contenidos de Internet sin una orden judicial.

Los partidarios de la “neutralidad neta” dicen que ante la inexistencia de una regulación gubernamental sobre las compañías de cable éstas deben regularse por sí mismas. Los ISPs que puedan pagar más fuerte por el servicio tendrán derecho a utilizar las líneas del cable (haciendo el servicio Internet mucho más caro). Quienes puedan pagar más conseguirían un mejor acceso, dejando a un lado a quienes no puedan pagar. Las compañías de cable también podrían decidir filtrar a su antojo los contenidos de Internet.

Desde el lado de los partidarios de las compañías de cable alegan que han gastado mucho tiempo y dinero instalando líneas de cable y ampliando su velocidad y calidad [3]. Reclaman que permitir el libre acceso a los ISPs limitaría a las compañías de cable la capacidad de recuperar sus inversiones y para mantenerse como abastecedores del cable se les debe permitir cobrar. Vaticinan que de no hacerlo así, se desalentaría la competencia y la innovación en la industria del cable.

A las empresas de cable como AT&T, patrocinadores del sitio web Hands off the Internet (Manos fuera de Internet), aseguran que una legislación de vehículo común conduciría a precios más altos y meses de discusión legal. Afirman que tal legislación versaría sobre un problema que no existe y se mofan, asegurando que son infundadas las preocupaciones de que las compañías de teléfonos y cable usarían su posición para limitar el acceso. Aunque las compañías de cable niegan planes de bloquear sin razón los contenidos a los proveedores, existen varios ejemplos de que comenzó la discriminación en el cable.

Decisiones judiciales
En marzo de 2005, la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) abordó un caso contra una compañía de teléfonos basada en Carolina del Norte que estuvo bloqueando la capacidad de sus clientes de usar voz por Internet en su servicio por línea telefónica, que es el más caro [4]. En agosto de 2005, una compañía de cable canadiense bloqueó el acceso a un sitio que apoyó a un sindicato del cable en una disputa laboral [5]. En febrero de 2006, la Cox Communications negó el acceso de los clientes al sitio web Craig’s List. Aunque la empresa alegó que fue un simple un error de seguridad, se descubrió que Cox ofrece un servicio clasificado que compite con Craig’s List [6]

En junio de 1999, la Novena Corte de Distrito sentenció que AT&T debería abrir su red del cable a los ISPs (AT&T versus la Ciudad de Portland). La corte dictaminó que las transmisiones de Internet y los intercambios interactivos bi-direccionales son ofertas de telecomunicación, no un servicio de información de TV cable (como CNN) que envían datos en una sola dirección. Esta decisión fue apelada hace un año.

Decisiones judiciales más recientes han ampliado más la agenda de las compañías de cable. El 27 de junio de 2005, la Corte Suprema de EEUU falló que corporaciones de cable como Comcast y Verizon no están obligadas a compartir sus líneas con los rivales ISPs, en el caso National Cable & Telecommunications Association contra Brand X Internet Services [7]. Las compañías de Cable no tendrían que ofrecer “acuerdos de vehículo común” con sus líneas de cable a las compañías de teléfono que ofrecen conexión telefónica.

Según el Dr. Elliot Cohen, la decisión aceptada por la FCC asume que el servicio de cable por módem no es una oferta de telecomunicaciones bidireccional (two way), sino un servicio de información en una sola dirección (one-way), volcando completamente la decisión de 1999. Entretanto, las compañías de teléfono reclaman que tal decisión otorga una ventaja injusta a las compañías de cable y están exigiendo ser también liberadas de la condición de “vehículo común”.

Legislación
El 8 de junio, EEUU rechazó una legislación (HR 5273) que habría impedido a las compañías de cable y teléfono vender un trato preferente en sus redes para la entrega de video y de otras aplicaciones de datos pesadas (en bytes). También pasó la Ley de Oportunidad de Comunicaciones, Promoción y Mejoramiento (Communications Opportunity, Promotion, and Enhancement (COPE) Act (HR 5252), cuyos partidarios dijeron que animaría la innovación y la construcción de líneas de Internet de más alta velocidad.

Los abogados de la neutralidad en Internet aseguran que si se permite a las compañías de cable y teléfono elegir la guinda para sus clientes de los barrios adinerados se dará al traste con la aspiración actualmente más exigida por la mayoría de los gobiernos locales que demandan de las compañías de TV por cable un servicio para los sectores de bajos ingresos y también para las áreas minoritarias [8].

Comentario:

Desde junio de 2006, la ley COPE está en el Senado. Sus partidarios alegan que apoya la innovación y la libertad de opción. Los abogados de la “neutralidad Internet” dicen que su aprobación comprometería a la Internet para siempre. Muy rápido, las corporaciones gigantes del cable lograrían el monopolio absoluto de la gran velocidad en la Internet por cable e impedirían el acceso a la banda ancha a los ciudadanos más pobres, mientras supervisan y controlan el volumen de información al que los ciudadanos puedan acceder.

Actualización de Elliot D. Cohen, PH.D.
Pese al hecho de que la decisión de la Corte marca con una X el principio del fin para una Internet robusta y democrática, hubo una censura virtual en la cobertura de los grandes medios. Como resultado de esta decisión, la fase legal ha sido absolutamente controlada por las cúpulas corporativas. Mientras está pendiente en el Congreso la ley COPE (“Communications Opportunity, Promotion, and Enhancement Act of 2006”, HR 5252), aumenta la influencia del lobby corporativo de las telecomunicaciones (telecom) introducida por el congresista Joe Barton, republicano de Texas.

Estas Ley, que no protege adecuadamente una Internet abierta y neutra, incluye un “Título II—Ejecución de Declaración de Política de Banda Ancha” que otorga a la FCC “la autoridad exclusiva para juzgar cualquier queja que alegue una violación de la declaración de política de banda ancha o los principios incorporados al respecto”. Si se aprueba esta provisión, las cortes tendrán escasa autoridad para desafiar y cambiar las decisiones de la FCC sobre la banda ancha.

Subsecuentemente, desde el sillón de su actual jefe, Kevin Martin, la FCC avanza todavía más rápido hacia una amplia des-reglamentación del negocio telecom y de las grandes corporaciones de medios de comunicación, con la probable secuela de un más espeso control corporativo sobre Internet.

En particular, las políticas de las grandes corporaciones telecom tipo Comcast, Verizon y AT&T desean montar sus garitas para el cobro de peaje en Internet. Si estas compañías consiguen su propósito, los abastecedores de banda óptima quedaran contentos, con los bolsillos llenos, mientras que al resto de nosotros apenas se le permitirá asomarse al ciberespacio. Y nunca más se podrá disfrutar por igual el foro democrático más libre y más comprensivo inventado por la humanidad.

Como podría esperarse, ninguno de los grandes medios de comunicación está conduciendo estos debates. Prensa Libre (http://www.freepress.net ) es uno de los medios de comunicación de las organizaciones de activistas que luchan por evitar que destripen a la Internet libre (http://www.freepress.net ). Este grupo sostiene ahora la agresiva campaña “Salvemos a Internet”.


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* Elliot D. Cohen, Ph.D., filósofo, residente en Port St. Lucie, FL, dirige el Institute of Critical Thinking (Instituto de Pensamiento Crítico), cultiva la ética aplicada a los medios de comunicación (media ethicist) y es autor de numerosos libros y artículos sobre la prensa y otras áreas de ética aplicada, entre otros Philosophical Issues in Journalism (Problemas Filosóficos en el Periodismo) y What Would Aristotle Do? Self-Control through the Power of Reason (¿Qué haría Aristóteles? El auto control a través del Poder de la Razón). Su libro más reciente explora los peligros que entraña la concentración de la propiedad mediática: Noticias Inc.: La Propiedad Corporativa de los Medios de Comunicación y su Amenaza a la Democracia (News Incorporated: Corporate Media Ownership and Its Threat to Democracy, Prometheus Books, March 2005). También es editor del International Journal of Applied Philosophy (Periódico Internacional de Filosofía Aplicada) y co autor, con Deni Elliot, de Journalistic Ethics (Ética Periodística).

Por
Elliot D. Cohen

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