lunes, 16 de julio de 2007

EMPEZÓ EL FRACASO DEL SEGUNDO GOBIERNO APRISTA

LA DIFERENCIA ESTRIBA EN QUE EL PRIMERO FUE UNA TRAGEDIA Y ESTE SEGUNDO ES UNA FARSA

Alan García se ha convertido en el defensor del modelo neoliberal y de las transnacionales, en contubernio con la derecha tradicional y la mafia fujimorista. Continuará tercamente insistiendo en la aprobación del TLC proyanqui, no revisará los contratos leoninos de las transnacionales, mantendrá la inestabilidad laboral y se hará de la vista gorda ante los problemas de contaminación ambiental que provocan las empresas petroleras y mineras. Los intereses de sus viejos y nuevos “apóstoles” estarán por encima de las necesidades y esperanzas de los sectores populares, a quienes engatuzó para tramposamente ganar las elecciones.
¿Por qué se puede vaticinar fracaso para el segundo gobierno aprista? Porque al modelo neoliberal -en un país neocolonial como el nuestro- le es inherente la exclusión de los sectores populares y una gran fragilidad debido justamente al grado de dependencia de nuestra economía. Un pequeño temporal en la economía de las metrópolis se convierte en una tempestad en la nuestra. Se dice que la economía “crece” ; pero, se oculta decir que la pobreza también es la paradoja del subdesarrollo, como afirmó Augusto Salazar Bondy. En un modelo así, el “crecimiento” no fortalece sino que agudiza los males que afectan a la población, en particular, a los más pobres.
Alan García marcado por el síndrome del fracaso de su primer gobierno, ha lanzado su artillería contra todo aquello que considere “oposición”. En su línea de mira están partidos políticos como el Partido Nacionalista Peruano de Ollanta Humala. También, organizaciones gremiales como el SUTEP (que equivocadamente supone bastión de Patria Roja), ONGs, movimientos y líderes regionales que no se avengan a su política neoliberal y entreguista. Como bien ha dicho Héctor Vargas Haya (un antiguo aprista) Alan García será capaz de todo, desde cerrar el Congreso hasta perseguir y asesinar a sus opositores .
A la farsa , al autoritarismo, demagogia y soberbia de Alan García es necesario oponerle la acción férrea de un gran movimiento popular, un frente democrático y nacionalista que combata firmemente esa política nefasta y esas conductas, y que se proyecte a asumir el gobierno el 2011, o antes si la situación lo amerita.

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